Pedri y Gavi cogieron el mando en San Mamés, por Lobo Carrasco

El previo estuvo marcado por los gestos de reconocimiento y admiración para De Marcos, se retiraba, y por los pasillos entre ambos equipos.

Una vez iniciado el partido, con San Mamés de fiesta mayor, el Athletic Club se encomendó a Nico Williams durante los primeros minutos. Desde que Eric cerró el flujo ofensivo del gran extremo local, los azulgrana empezaron a meterle ritmo a su juego.

Y desde ahí, el Barça campeón con buena salida de pelota y dos centrocampistas, Gavi y Pedri, que cambiaron el partido. Con la aceleración del tinerfeño (¡otra exhibición!) y la asociación del indomable pero buen repartidor de juego Gavi, atacar se convirtió en diversión y presionar en campo local en obligación. En el 14’ llegó el pase letal de Fermín -otra pesadilla para Jauregizar y Galarreta- a Lewandowski con final feliz al levantar la pelota por el cuerpo de Unai Simón. El 0-1 fue con balón en juego, el 0-2 a pelota parada gracias a Raphinha y el cabezazo final del goleador blaugrana. El Athletic no podía salir de su campo.

El automatismo colectivo

No había nada en juego excepto ganar proyectando buena imagen. Con el resultado a favor y en contra, el de los leones, el comportamiento solidario quedaba de manifiesto sobre el césped de San Mamés. El problema para el equipo de Valverde fue la poca sostenibilidad ofensiva y su escasa presión alta por culpa del Barça.

El duelo para Eric Garcia, Araujo, Cubarsí y Balde era muy diferente del que tenían De Marcos, Yuri (Lamine apartarse de él y centrarse sólo en el juego y la pelota), Unai Núñez y Paredes. Unos se instalaron en medio campo y más allá, los otros no querían arriesgar posiciones. Juntos en pocos metros y a proteger a Unai Simón para evitar un mayor castigo en el numerador.

Bajo el mando y ritmo de Pedri, el Campeón demostró la superioridad siendo preciso con pelota, por dentro y por fuera, y fiable presionando todo el equipo al unísono. Nico, Sannadi y Berenguer vivían persiguiendo a los defensas de Iñaki Peña o corrían más pendientes de no caer en fuera de juego cuando los anfitriones recuperaban la pelota. Mucho Barça.

Espectacular cierre de Liga

La fiesta organizada por el Athletic Club a De Marcos resultó de cine. Los aplausos a Pedri cuando Flick ordenó la sustitución, de matrícula para una afición de chapela (como sucedió en algún partido de mi época).

El partido fue desarrollándose con el control del Barça y algunos arreones de los leones pero Iñaki Peña dejó su portería cero gracias a una excelente intervención con larguero incluido. Fue la única con olor intenso de gol rojiblanco, luego, en el tramo final, con el Athletic más desatado y, entonces sí, arriesgando posiciones traseras, vino la gran carrera de Olmo y el penalti de Yuri Berchiche. El canterano rubricó el triunfo con el 0-3 incontestable en la fiesta de los leones.

Se cerró el telón en San Mamés pero viendo la actitud de Flick en la banda y la de sus jugadores sobre el césped, jugar con ‘hambre’ parece innegociable.



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