Alemania ya no impone restricciones a Ucrania para el uso de sus armas de largo alcance sobre objetivos en territorio ruso, explicó el canciller Friedrich Merz, quien según medios alemanes recibirá en Berlín al presidente Volodímir Zelenski el próximo miércoles. «Ucrania puede defenderse atacando objetivos militares en Rusia», aseguró el jefe del Gobierno de Belín en un foro de debate. Añadió a continuación que no hay limitaciones para ello ni por parte de Reino Unido, ni de Francia ni de Estados Unidos, como tampoco «por nuestra parte». Precisó, sin embargo, que se refiere a armas «ya suministradas a Kiev» y esquivó pronunciarse sobre si su Ejecutivo autorizará también el envío de los misiles Taurus que anhela Kiev.
Estos misiles fabricación germana son de gran precisión y están capacitados para alcanzar objetivos a 500 kilómetros. Esto supone que, teóricamente, podría disparar desde territorio ucraniano a posiciones cercanas a Moscú. El antecesor de Merz, el socialdemocrata Olaf Scholz, rechazó entregar estos misiles a Ucrania con el argumento de que hacerlo podía convertir a Alemania, y por tanto a la OTAN, en parte del conflicto. Merz criticó mientras estuvo en la oposición esa decisión de Scholz e incluso se pronunció durante la campaña electoral que, de alcanzar el poder, autorizaría esos suministros. Sin embargo, ya como canciller ha respondido con evasivas a la cuestión.
En su intervención en ese foro de debate, Merz se refirió a la «diferencia cualitativa» que supone para Ucrania estar capacitada para atacar a posiciones rusas, aunque se refirió a la retaguardia. Destacó asimismo que, mientras el Ejército ucraniano se centra en objetivos militares rusos, la «guerra de agresión de Vladímir Putin» ataca guarderías, hospitales y todo tipo de infraestructuras civiles. Los grandes aliados occidentales de Ucrania, como Estados Unidos, Reino Unido y Francia, han entregado a Kiev sus misiles ATACMS, Storm Shadow y Scalp. Inicialmente, Kiev solo podía usarlos para atacar posiciones rusas en su propio territorio, pero hacia 2024 se levantaron estas restricciones.
Pese a la ambigüedad de Merz respecto a los Taurus, Rusia respondió de inmediato al pronunciamiento del canciller y calificó de «peligroso» que haya autorizado el uso de sus armas para atacar objetivos en territorio ruso.
El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, dijo que estas decisiones «están en total desacuerdo con las aspiraciones de alcanzar un acuerdo político» en Ucrania.