Rafa Nadal vivió su merecido día en Roland Garros seis meses después de colgar la raqueta de manera definitiva en la Copa Davis que se celebró en el Pabellón Martín Carpena de Málaga.
El mejor tenista español de todos los tiempos disfrutó de una ceremonia llena de sorpresas y de momentos inolvidable, que culminó con el descubrimiento de la huella que perdurará por los tiempos en la arcilla de la pista Philippe Chatrier.
Muchos momentos de emoción se vivieron en la gran pista central de Roland Garros, aunque muchos otros pasaron desapercibidos a los ojos del espectador, como la conversa entre Nadal, Djokovic, Murray y Federer que entre risas se explicaban alguna anécdota.
La mofa de Murray
En la rueda de prensa posterior al acto, Nadal explicó que el divertido momento sucedió cuando el 14 veces campeón en París les explicó a Roger y a Novak la última conversa que había tenido con Murray.
Nadal en rueda de prensa / EFE
Discutiendo sobre los temas actuales de los que hablaban, el de Manacor explicó un mensaje del británico, justo el día en el que el Arsenal eliminó al Real Madrid en los cuartos de final de la Champions.
«Cinco segundos después de que se acabara el partido me envió un mensaje. «Hola Rafa espero que vaya todo bien y que tu familia este también bien. A los cinco segundos me di cuenta de que era una de sus brillantes ideas de su clásico humor británico. Consiguió que riera en un momento jodido» relató entre risas de los presentes.
Un Pedro Ximénez con solo 300 botellas
Otro de los secretos que no se vio, fue el gran menú que Nadal y los suyos disfrutaron en la tribuna presidencial que la organización del torneo le cedió casi al completo para que disfrutara con sus casi cien invitados, entre los que estaban sus amigos familiares y todos los integrantes de su equipo.
Un menú curioso que empezaba con cangrejo natural en su caparazón con puré de aguacate y espárragos blancos de las Landas con vinagreta picante como entrante.
Chuletón de ternera Wagyu con salsa bordelesa y Rodaballo a la brasa con salsa de mantequilla francesa como platos principales. Y fresas de postre.
Todo ello con un buen vino francés de borgoña y una edición especial de Pedro Ximenez traído desde Jerez para el postre, con solo 300 unidades.
La botella número 14 y la número 22 se las quedo Nadal, para conmemorar los 14 Roland Garros y los 22 Grand Slams.
El pequeño Rafa ya conoce al Big 4
La otra imagen curiosa a la vez que entrañable fue la del pequeño Rafa Nadal. El hijo fue espectador de lujo de todo el homenaje sentado junto con su madre, su tía y su abuela en la primera fila del palco presidencial.
Una vez terminado el acto, se fue en brazos de su padre quien una vez ya fuera de la pista le presentó a Murray, Djokovic y Federer, además de Carlos Alcaraz, quien también estuvo presente en el acto.
La organización recogió el bonito momento en el que el pequeño chocaba la mano a todos con el escrito de Big5, uniendo al pequeño Rafa junto a las leyendas que hicieron elevar la figura de su padre.