«Tiene toda la libertad del mundo para hacer su equipo, no habrá tensiones ni exigencias desde Andalucía, ni se le pedirán cuotas por territorios». “El líder del PP se la juega en las próximas elecciones y tiene derecho a rodearse de un núcleo duro con el que esté cómodo y que sea capaz de reforzar su liderazgo. Tiene que tener libertad total para elegir a la gente”. Estos son los mensaje que lanzan desde el PP andaluz y la directriz que aseguran ha dado el presidente Juanma Moreno, que además se lo ha trasladado así a Alberto Núñez Feijóo.
Pese a esos mensajes, a nadie se le escapa que en el próximo congreso del PP en julio se esperan gestos en el núcleo duro del líder gallego. Han existido tensiones y diferencias con los territorios por ser el clan gallego, encabezado por Miguel Tellado, un círculo demasiado cerrado que toma decisiones al margen de los territorios y que además, consideran diferentes voces del PP andaluz, se ha equivocado en asuntos clave con demasiada frecuencia. Los dos andaluces que se fueron con Feijóo, Juan Bravo y Elías Bendodo han corrido distinta suerte. Bravo se ha consolidado como puntal de las políticas económicas. Bendodo que fue relevado de su puesto como coordinador general y designado vicesecretario de Política Autonómica y Municipal en noviembre de 2023, tras el fiasco en las elecciones generales, se ha amoldado sin hacer demasiado ruido pero no tiene la influencia que Andalucía siempre ha creído que merece en la cúpula nacional.
Frente a ‘los halcones’
Desde el PP andaluz afrontan el congreso de julio en Madrid como un trampolín para impulsar a Feijóo hacia las generales, convencidos de que Pedro Sánchez las hará coincidir con las andaluzas. «Madrid es muy complejo y el PP es un partido lo suficientemente amplio como para que todo el mundo se sienta cómodo», advierten en las filas de Moreno sobre el pulso entre las dos almas del PP. Los halcones, el ala dura, representan la antítesis del PP moderado y de centro que encarna el presidente andaluz.
A Moreno no le gusta nada que le echen a pelear con Ayuso pero es una evidencia el peso de la pugna entre los dos barones, que representan dos formas muy diferentes de encarnar y ejercer la política. Su rival en Andalucía, la vicepresidenta María Jesús Montero, repite sin parar que Moreno y Ayuso tienen el mismo modelo y que el andaluz «no es más moderado sino más educado». Una idea que ha lanzado también esta semana Esperanza Aguirre, madre política de la presidenta madrileña: “No tienen una política distinta”.
Mucha gestión y cero ideología
Al PP andaluz no le interesan los debates ideológicos. El partido debería posicionarse sobre asuntos con distintas sensibilidades dentro del partido, como el aborto o la eutanasia, con recursos del PP en los tribunales. También sobre la inmigración, que da rédito electoral a Vox. Para el partido en Andalucía ese tipo de debates «están ya más que superados» y si vuelven a la palestra es por interés del PSOE. Lo que debe quedar claro, apuntan desde el partido en Andalucía, es que «con el PP no se va a retroceder en derechos ya adquiridos porque es mentira».
«La gente no está en la ideología está en la gestión. Hay que superar todo esto y demostrar que somos buenos gestores», indican fuentes próximas al presidente de la Junta. El mensaje que Andalucía quiere que aparezca en la ponencia política habla de estar «en la centralidad» alejados de “los radicales de izquierda y de los radicales de derechas”. “En la centralidad cabemos todos y hay muchos tonos de moderado”, agregan estas fuentes. “Tenemos que acudir a preguntarnos qué quiere la gente de nosotros”, formulan como pregunta clave en el próximo congreso del partido.
Ignorar a Vox
Esa es la línea que defiende Moreno, poca o ninguna ideología y mucha gestión. En esa misma línea desde Andalucía proponen obviar asuntos insoslayables como la relación del PP y Vox. En un momento en el que la extrema derecha avanza en Europa, muchos esperan que el PP aproveche su congreso para definir qué tipo de relación quieren tener con el partido de Santiago Abascal. Eso, dejan claro desde el PP andaluz, no va a ocurrir. «No tenemos que decir nada de nuestra relación con Vox porque esa relación es inexistente», sostienen en el puente de mando del partido en Andalucía. “Nadie le pide al PSOE que vaya a un congreso a definir su relación con ERC, con Junts o con Bildu, sería un error dedicar ni un minuto del congreso del PP a Vox”, zanjan. Tan poco tiempo, avisan, como a Carlos Mazón. “Él fió su futuro a la reconstrucción de la Comunidad Valenciana y si eso no funciona, él mismo dijo que no repetiría de candidato”, insisten para tratar de zanjar uno de los asuntos que sin duda más incomodan a Feijóo en su camino a las generales.
En las propuestas del PP andaluz también figurará la reforma del actual sistema de primarias del partido, como ha defendido ya Feijóo, haciendo un híbrido de representación y volviendo al anterior sistema donde los compromisarios eligen directamente por mandato de sus representados y no hacen una segunda lectura de lo que voten los militantes.
Su congreso en otoño
Lo que tiene claro el partido de Moreno en Andalucía es que no quiere que el ruido nacional se cuele en su agenda, aunque eso ya es imposible y la confrontación con el Gobierno abona las relaciones. El mensaje del agravio manda ya en todas las consejerías, hasta en las menos políticas, como Empleo. Un giro que da alas a la idea, fijada por el PSOE, de que Moreno podría propiciar un adelanto electoral para evitar ir en verano de 2026 a unas elecciones conjuntas con Pedro Sánchez. En el equipo de Moreno no paran de repetir que el adelanto en Andalucía no entra de ninguna manera en los planes. Primero, porque el cambio sociológico en Andalucía impide saber si se sigue cumpliendo el axioma de que una convocatoria conjunta beneficia al PSOE. «Nunca el PP había gobernado con mayoría absoluta en Andalucía», recuerdan. Segundo porque creen que ese gesto de «tacticismo político» perjudica a quien lo haga. «El estratega, el que se dedica al tacticismo político es Sánchez, Moreno se dedica a la gestión», aseguran para alejar la idea de elecciones andaluzas antes de que acabe 2025.
El PP andaluz cumplirá su calendario orgánico. Toca congreso en otoño, el último fue en noviembre de 2021, y es lo previsto. Una cita interna a la que Moreno llega en el momento más dulce. Con mayoría absoluta, sin conflictos internos y con el partido activado desde la dirección andaluza. “El PP andaluz funciona. Tiene actividad”, defienden en su ejecutiva. El último proyecto, Andalucía a tu lado, doce temas y cien actos para mantener la tensión en el partido y el diálogo con la sociedad. Un modelo de trabajo, con el análisis de datos y la interpretación de la información en clave sociológica, que es muy novedoso para un partido que durante años no supo cómo conectar con los andaluces.
«Juanma no te vayas nunca de Andalucía”, le dijeron al presidente en Roma el pasado fin de semana. Lo cierto es que de Madrid en Andalucía quieren hablar lo menos posible. Ni en clave de futuro del presidente, por supuesto, ni en clave de pulso con Ayuso para imponer el alma más moderada. «En el PP siempre hemos cabido todos este partido tiene una historia de centralidad. No se trata de ocupar toda la cama sino de compartirla».