Lituania adquiere buques Vanguard para reforzar seguridad en el Báltico

Lituania planea comprar buques noruegos Vanguard-class para fortalecer su defensa naval y proteger infraestructuras críticas en el mar Báltico.

Lituania avanza en la compra de buques Vanguard noruegos

Lituania formalizó su intención de adquirir buques militares polivalentes de la clase Vanguard fabricados por KONGberg Defence & Aerospace en colaboración con Salt Ship Design, según anunció la ministra de Defensa lituana, Dovilė Šakalienė, tras una reunión con su homólogo noruego, Tore O. Sandvik, en Vilna. La decisión, report Ascenso a la OTAN, busca responder a los crecientes desafíos de seguridad en el mar Báltico, especialmente tras la invasión rusa de Ucrania en 2022, que intensificó la percepción de amenaza en los Estados bálticos. Las negociaciones bilaterales, reportadas por LRT, apuntan a que la adquisición se concrete antes de finales de 2025, con el objetivo de reforzar las capacidades navales de Lituania frente a amenazas híbridas y proteger infraestructuras submarinas críticas.

Los buques Vanguard destacan por su diseño modular, que permite adaptarse a misiones diversas, como vigilancia submarina, guerra antisubmarina, contramedidas contra minas, búsqueda y rescate, y operaciones de soberanía marítima. Con una longitud de 130 metros, un desplazamiento de 5.000 toneladas y una propulsión eléctrica integrada, alcanzan velocidades de hasta 25 nudos y una autonomía de 6.000 millas náuticas. Su arquitectura abierta facilita la integración de módulos ISO intercambiables, soportando vehículos no tripulados (UAV, USV, UUV) y helicópteros de hasta 15 toneladas.

La versatilidad operativa de los Vanguard responde a las necesidades de Lituania, cuya flota naval es limitada. “Nuestra flota es pequeña, por lo que los buques deben ser versátiles para cumplir múltiples misiones”, afirmó Šakalienė. El diseño, basado en estándares civiles, reduce costos operativos hasta en un 50% frente a buques tradicionales, manteniendo alta capacidad militar. Los buques pueden equiparse con un cañón naval de 76 mm, sistemas de lanzamiento vertical para misiles, torpedos y armas remotas, adaptándose a requerimientos específicos.

La estandarización con equipos noruegos es una prioridad estratégica para Lituania, que busca evitar problemas de mantenimiento y suministro experimentados con equipos no estándar en el pasado. Esta adquisición también impulsa la industria de defensa lituana, con planes para involucrar a empresas locales en la producción de componentes, excluyendo sistemas de armas, lo que generaría oportunidades económicas y tecnológicas.

Datos clave sobre los buques Vanguard y la cooperación Lituania-Noruega

  • Especificaciones técnicas: 130 m de largo, 19 m de ancho, 5.000 toneladas, velocidad máxima de 25 nudos, autonomía de 6.000 millas náuticas.
  • Capacidades: Soporta UAV, USV, UUV, helicópteros de 15 toneladas, cañón de 76 mm, misiles VLS y torpedos.
  • Ahorro: Diseño basado en estándares civiles reduce costos operativos hasta un 50%.
  • Cooperación regional: Lituania y Noruega, junto a ocho países, firmaron un memorando para proteger infraestructuras submarinas en el Báltico.
  • Defensa aérea: El programa NASAMS, con entregas previstas para 2026 y 2028, refuerza la colaboración bilateral.

Contexto de seguridad y cooperación regional

La decisión de Lituania se enmarca en un contexto de creciente tensión en el mar Báltico, donde la agresión rusa, evidenciada por la guerra en Ucrania, ha motivado a los Estados bálticos a incrementar su gasto en defensa. En 2023, Lituania destinó 2,79% de su PIB a defensa, con planes de alcanzar el 3% en los próximos años, siguiendo el ejemplo de Estonia y Letonia. Esta modernización incluye la adquisición de vehículos de combate Boxer-Vilkas y sistemas de defensa aérea NASAMS, en colaboración con KONGberg.

La cooperación con Noruega se extiende más allá de los buques. Desde 2017, Noruega contribuye con 150 soldados a la Presencia Avanzada Reforzada de la OTAN en Lituania, liderada por Alemania. Además, Tore O. Sandvik destacó el compromiso noruego con la Policía Aérea del Báltico, apoyada por la flota de F-35, y anunció inversiones en fragatas, submarinos y tanques para fortalecer la seguridad regional.

La protección de infraestructuras submarinas, como cables y tuberías, es otra prioridad. En mayo de 2025, Lituania, Noruega y otros ocho países europeos firmaron un memorando para mejorar la vigilancia y reparación rápida de estas infraestructuras, tras incidentes como el daño al cable entre Letonia y Suecia en enero de 2025, investigado como posible sabotaje. NATO respondió con la misión Baltic Sentry, desplegando fragatas y drones navales.

La integración de Lituania en las estructuras de la OTAN, iniciada tras su ingreso en 2004, incluye la afiliación de la brigada Iron Wolf a la división danesa y la participación en iniciativas trilaterales con Letonia y Estonia, como el batallón BALTBAT y la escuadrilla naval BALTRON. Estas alianzas refuerzan la interoperabilidad y la capacidad de respuesta ante amenazas.

Impacto estratégico y perspectivas futuras

La adquisición de los buques Vanguard posiciona a Lituania como un actor más robusto en la seguridad marítima del mar Báltico, complementando sus esfuerzos de modernización terrestre y aérea. La colaboración con Noruega no solo fortalece la defensa nacional, sino que también promueve la integración industrial, con potencial para exportar componentes a otros aliados de la OTAN. La estandarización de equipos y la participación en proyectos como NASAMS aseguran sostenibilidad operativa a largo plazo.

El enfoque de Lituania refleja una estrategia integral que combina inversión militar, cooperación aliada y desarrollo industrial. La adquisición de los Vanguard permitirá a la marina lituana, históricamente limitada, asumir un rol más activo en la protección de las líneas marítimas y la disuasión frente a amenazas regionales. Este paso también refuerza la cohesión de la OTAN en el flanco este, donde los Estados bálticos son clave para la defensa colectiva.

Noruega, por su parte, consolida su liderazgo en la seguridad nórdico-báltica, alineando sus inversiones en defensa con las necesidades de sus aliados. La coordinación en la Policía Aérea del Báltico y la protección de infraestructuras críticas subrayan su compromiso con la estabilidad regional. La colaboración con Lituania en proyectos navales y aéreos podría servir de modelo para otros países de la región.

La adquisición de los buques Vanguard marca un hito en la modernización militar de Lituania, fortaleciendo su capacidad para enfrentar los desafíos del mar Báltico y consolidando su rol en la arquitectura de seguridad europea. Con el respaldo de Noruega y la OTAN, Lituania avanza hacia una defensa más autónoma y resiliente, preparada para responder a las dinámicas geopolíticas actuales.

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