¿Cuáles son los retos que persigue la asociación que lidera?
Somos una asociación que nace en 1987 y que tiene como objetivo identificar y remover los obstáculos que tiene la mujer en el mundo empresarial. Ahora, ya no pedimos permiso para estar, queremos algo más: lo que queremos es poder para participar en la toma de decisiones para hacer un mundo mejor, que nuestro punto de vista se vea reflejado en que las cosas tienen que cambiar. Para ello estamos apoyando a las mujeres que son ya un referente y tienen una trayectoria profesional consolidada para así ayudar al resto a que sean entendidas y promocionadas.
¿Cómo se fomenta al empoderamiento de las mujeres en puestos directivos y empresariales?
Fundamentalmente lo que hacemos es dar a conocer mujeres que están en mandos intermedios para que sigan subiendo y estén arriba para ser un referente, un ejemplo para la gente joven y las niñas, para que vean que el horizonte está allí, que la posibilidad de llegar arriba está al alcance de ellas si se esfuerzan y trabajan porque todos tenemos las mismas oportunidades.
A pesar de los avances, persiste una brecha de género en altos cargos. ¿Qué estrategias propone para acelerar la plena igualdad?
Es absolutamente necesario el sistema de cuotas. La cuota no significa que no se tenga en cuenta el mérito y la capacidad, todo lo contrario. Pero sí es necesario tener ese tipo de medidas que impulsen, apoyen y empujen porque no vamos lo suficientemente rápido. No llegamos con la rapidez o en función del valor que tienen nuestras mujeres, que ya están formadas, preparadas y dispuestas. Nos cuesta más llegar, con lo cual es necesaria esta fórmula que es de éxito.
La paridad ya se cumple por ley en los consejos de administración de las sociedades cotizadas, ¿se debería ampliar a otros ámbitos?
Se va a avanzar seguro. No es solo el paso que se ha dado en las sociedades cotizadas, sino el espaldarazo que se ha dado al sistema. Exactamente igual que ocurre con las listas cremallera en la política. El sector público es una prueba de que el sistema de cuotas ha permitido llenar de mujeres el sector público.
Desde ciertos sectores de la derecha se niega o relativiza que exista desigualdad entre hombres y mujeres en el mundo laboral y empresarial.
Los datos están allí. Las fotografías explican muy bien que en la mayor parte de las reuniones de alto nivel aparecen pocas mujeres, incluso a veces ninguna. La realidad no se puede negar. Es necesario que se apoye la intervención de la mujer en todos los sectores y ahora ya no cabe decir que no estamos preparadas. Hay más licenciadas que licenciados o más doctoras que doctores en determinados sectores como la justicia o la medicina, pero los presidentes de sala de las audiencias o del Tribunal Supremo y los jefes de servicio de los hospitales normalmente son señores cuando resulta que los números son otros.
¿Qué valores cree que caracterizan al liderazgo femenino?
Somos muy buenas para los momentos malos porque somos muy resilientes. Esas viudas que sacan adelante a sus hijos y les dan estudios aunque no tengan preparación ni hayan trabajado. Esas fortalezas ahora se ven reflejadas en la dirección de organizaciones, compañías o instituciones.
La conciliación sigue siendo un reto para muchas directivas y empresarias. ¿Qué hace falta para lograr una corresponsabilidad real en el ámbito laboral y familiar?
Es un problema para todos, para hombres y para mujeres. Es un problema compartido. Lo que nos resulta curioso en nuestro ámbito de alta dirección es que nos citan mucho la conciliación familiar, pero la falta de mujeres en consejos de administración suele darse en el momento en que la mujer tiene ya una madurez ejecutiva y esto le perjudica menos porque sus hijos son mayores. En cualquier caso, es un problema de dos.
La jornada celebrada el martes en Zaragoza estuvo centrada en el automóvil, un sector históricamente muy masculinizado.
Somos una asociación que curiosamente con muchas ingenieras. Es verdad que es un sector que está más masculinizado, pero que cada vez estamos entrando más y de una manera muy útil, en puestos muy estratégicos. Hay mujeres que están trabajando en posiciones que son básicas para las organizaciones del sector de la automoción. Una de las protagonistas de la jornada ha sido, por ejemplo, la directora general de posventa de Volkswagen España, Laura Ros Verhoeven. n
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