Alex Palou logró su primera victoria en un óvalo de IndyCar al imponerse en las 500 Millas de Indianápolis, una de las pruebas más emblemáticas del automovilismo mundial.
El piloto español hizo historia al vencer en el legendario Indianapolis Motor Speedway tras una carrera marcada por la lluvia, múltiples accidentes y un cierre de infarto.
El inicio de la prueba se retrasó cerca de 40 minutos por una ligera lluvia. Ya en pista, la primera mitad estuvo repleta de incidentes que provacaron varias banderas amarillas que pausaban la competencia en pista.
Scott McLaughlin chocó en la vuelta de formación, Marco Andretti provocó una neutralización temprana y la lluvia volvió a detener la acción con solo 19 vueltas completadas. Alexander Rossi abandonó tras incendiarse su coche en boxes, mientras que el poleman Robert Shwartzman sufrió un error en los pits que acabó con su retirada.
Rinus VeeKay también se accidentó y un choque múltiple entre Kyle Larson, Kyffin Simpson y Sting Ray Robb generó otra bandera amarilla antes del regreso de la lluvia. En ese caos, pilotos como Devlin DeFrancesco, Jack Harvey, David Malukas y Conor Daly llegaron a liderar momentáneamente.
De menos a más
La segunda mitad de la carrera fue más estable. Ryan Hunter-Reay tomó la delantera con 70 vueltas por delante, seguido por Rasmussen, Daly, Malukas y Palou.
Sin embargo, Daly comenzó a perder rendimiento y fue superado por varios rivales. Su parada en boxes a 34 giros del final fue clave, mientras que Palou, Ferbrucci y O’Ward hicieron su última detención poco después.
Hunter-Reay abandonó tras un fallo en su parada, dejando a Marcus Ericsson al frente. No obstante, el español de Ganassi aprovechó el tráfico para recortar diferencias y, a 14 vueltas del final, adelantó a Ericsson para tomar el liderato.
En los últimos giros, Palou aguantó los ataques del sueco y de Malukas mientras se abría paso entre los rezagados.
Con un ritmo impecable, logró aumentar la ventaja en las últimas vueltas y cruzó la meta como ganador, obteniendo así su primer triunfo en las 500 Millas de Indianápolis y consolidándose como uno de los grandes nombres de la IndyCar actual.
Un sueño español
A lo largo de la historia, solo cinco españoles han participado en las 500 Millas de Indianápolis. Pierre de Vizcaya fue el pionero en 1923.
Décadas después, Fermín Vélez compitió en 1996 y 1997, logrando un décimo puesto. Oriol Servià es el español con más presencias, once, y un destacado cuarto lugar en 2012.
Fernando Alonso debutó en 2017, liderando la prueba antes de abandonar, y volvió en 2020.
Álex Palou, campeón de IndyCar, ha participado desde 2020, logrando un segundo puesto en 2021, el mejor resultado histórico para un español en la carrera.
Piloto | Participaciones | Mejor resultado |
Pierre de Vizcaya | 1923 | Abandono (vuelta 166) |
Fermín Vélez | 1996, 1997 | 10º (1997) |
Oriol Servià | 2008-2019 | 4º (2012) |
Fernando Alonso | 2017, 2019, 2020 | Lideró, abandonó (2017) |
Álex Palou | 2020-2025 | 1º (2025) |
Dominio en la IndyCar
Con esta victoria, Alex Palou no solo hace historia en el automovilismo español, sino que también reafirma su absoluto dominio en la temporada actual de la IndyCar.
El triunfo en Indianápolis representa su quinta victoria en seis pruebas disputadas hasta el momento. En la única carrera que no ganó, finalizó en segunda posición, lo que demuestra su impresionante regularidad y consistencia.
Alex Palou, junto a Chip Ganassi, tras ganar las 500 Millas de Indianápolis
Este rendimiento le permite ampliar de forma significativa su ventaja al frente de la clasificación general del campeonato, afianzándose como líder sólido tras completarse el primer tercio del calendario.
Antes de esta cita, Palou ya comandaba el campeonato, pero los 50 puntos obtenidos por su histórica victoria le permiten distanciarse aún más de sus principales perseguidores.
En un año en el que está marcando el ritmo carrera tras carrera, el piloto de Ganassi se perfila como el gran favorito para hacerse con su segundo título en la IndyCar.
La gesta lograda por Palou en el Indianapolis Motor Speedway no solo subraya su talento al volante y su capacidad de gestionar una prueba tan exigente, sino que también coloca su nombre junto a los grandes campeones del automovilismo mundial.
Su éxito supone un nuevo paso adelante para el automovilismo español en una de las categorías más competitivas y exigentes del mundo.