De las dos finales al humillante adiós en la pandemia

Hay quien dice que todo tiempo pasado fue mejor y aunque no sea una afirmación que valga, ni mucho menos, para todos los ámbitos de la vida, en el Valencia CF parece una verdad prácticamente absoluta. Especialmente si hablamos del Siglo XXI, que el club lo arrancó haciéndose un nombre entre los gigantes del mundo del fútbol por su capacidad para tumbar hasta la más alta de las torres y sembrar el pánico en los estadios más difíciles de tomar del Viejo Continente. Aunque el conjunto de Mestalla no llegó a coronar en la máxima competición europea, en el inicio de este milenio acarició la gloria jugando en París la final de la Champions League contra el Real Madrid y disfrutó en lo años posteriores de un reconocimiento sin igual a lo largo de su historia que tuvo su apogeo con el doblete Liga-Copa de la UEFA de 2004. 

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