Santa Pola se ha consolidado como un nuevo referente científico para el estudio del poblamiento neandertal en el sureste de la península ibérica. Así quedó de manifiesto hace unos días, en el marco de una conferencia celebrada en el Museo del Mar dentro del programa por el Día Internacional de los Museos. El acto, titulado “El primer poblamiento humano en Santa Pola”, reunió a destacados especialistas como Ana Satorre (Ayuntamiento de Crevillent), Javier Molina (Universidad de Alicante) y Daniel Belmonte (IES Antonio Serna, Albatera). La sesión formó parte del ciclo “Conversatorios de Arqueología y Museos del Mediterráneo”, promovido por el propio museo, y presentó los últimos hallazgos de un proyecto de investigación arqueológica sobre el sur de Alicante.
Los expertos expusieron que los trabajos recientes han confirmado una ocupación humana prehistórica más intensa de lo que se creía, basada no ya en un único yacimiento —la Cova de les Aranyes—, sino en un conjunto de enclaves que revelan un conocimiento sofisticado del territorio por parte de los primeros habitantes.
Estudios realizados por los arqueólogos en la sierra de Santa Pola para determinar la presencia de neandertales / INFORMACIÓN
Los neandertales, primeros pobladores de Santa Pola
Las evidencias más antiguas encontradas corresponden al Paleolítico medio, cuando el área estaba habitada por grupos de neandertales, anteriores al Homo sapiens. Estos primeros humanos, de anatomía más robusta y con una capacidad craneal similar a la nuestra, sabían explotar eficazmente los recursos del entorno, pese a que la sierra de Santa Pola no ofrecía materias primas como sílex.
Los arqueólogos subrayaron que estos grupos dominaban el terreno: identificaban zonas de caza, fuentes de agua y áreas estratégicas para asentarse, lo que demuestra su capacidad adaptativa. Su paso ha dejado huellas —industria lítica y restos orgánicos de alimentos— que ayudan a reconstruir el inicio de la historia humana en Santa Pola.

Vista de la sierra de Santa Pola donde los neandertales dejaron su rastro / INFORMACIÓN
«Hasta hace no más de 10 años la prehistoria de Santa Pola se conocía a partir de un único yacimiento, la Cova de les Aranyes o del Frare que, además, ofrecía información limitada. De ahí que, uno de los principales avances en la investigación sea el hecho de haber documentado toda una serie de puntos, que permiten señalar un poblamiento humano relativamente intenso para época prehistórica», destaca el investigador Daniel Belmonte.

Conferencia sobre los primeros pobladores de Santa Pola a cargo de Daniel Belmonte / INFORMACIÓN
El impacto del cambio climático en el poblamiento
Como advierte el arqueólogo, «los neandertales desaparecieron en torno a hace unos 40.000 años y, desde entonces, fuimos ya una única especie, la de los humanos anatómicamente modernos –homo sapiens-, la que protagonizó un poblamiento, ahora ya mejor conocido y que tuvo más continuidad en el tiempo, hasta llegar a nuestros días. En diferentes localizaciones las evidencias del paso de estas gentes, que subsistían gracias a la caza, a la pesca y a la recolección de los recursos que el entorno les brindaba, nos han ido dejando pequeñas huellas que, analizadas con calma, ofrecen una interesante información para este primer capítulo de la historia de Santa Pola».

Reciente conferencia en la que los arqueólogos Daniel Belmonte y Ana Satorre (dcha) ofrecieron los últimos avances sobre sus estudios de los neandertales en Santa Pola / INFORMACIÓN
Además, se da la circunstancia de que ese poblamiento de humanos anatómicamente modernos «coincidió, hace 20.000 años, con la última pulsación fría -conocida por sus siglas en inglés como LGM-. Una de las consecuencias de ese cambio climático fue la retirada de las aguas de los mares y océanos -se calcula un descenso de media de unos 120 metros- y su acumulación en estado sólido en los casquetes polares y glaciares. El mar se vació y una franja de tierra costera -hoy sumergida-, quedó al descubierto. Esto afectó al entorno de la actual Santa Pola, al territorio que estos grupos humanos ocuparon: la isla de Tabarca en realidad no lo era. Y, en realidad, el mar, la línea de costa, quedaba algo más alejada de lo que está actualmente».
Una investigación en proceso, con apoyo multidisciplinar
Durante la conferencia también se presentaron avances inéditos, aún no publicados, ya que forman parte de un proceso de análisis en curso. El equipo de investigación incluye a figuras clave como Josep Casabó (Conselleria de Cultura), Andoni Tarriño (Universidad del País Vasco) y Adrián Riquelme (Universidad de Alicante), además del catedrático de Prehistoria Javier Fernández López de Pablo (INAPH-UA).

El arqueólogo Daniel Belmonte explicó los resultados de más de una década de trabajos en la sierra de Santa Pola sobre los primeros pobladores de la zona / INFORMACIÓN
Los hallazgos han sido difundidos en distintos formatos: artículos científicos, contenidos divulgativos, redes sociales e incluso un audiovisual viral que superó expectativas, demostrando el interés social por conocer los orígenes de Santa Pola.
Una huella humana profunda y temprana
Con todo ello, los investigadores coinciden en que Santa Pola ya no es una nota a pie de página en la arqueología peninsular, sino un enclave fundamental para comprender cómo vivían, pensaban y se adaptaban los primeros humanos del sureste ibérico.
La conferencia completa está disponible en el canal de YouTube del Museo del Mar: Ver vídeo de la conferencia