«Cataluña y Aragón tenemos que superar reticencias, desencuentros y desconfianzas» para construir una nueva relación entre las dos comunidades autónomas. Así lo ha defendido el president de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, también secretario general del PSC, que ha participado este viernes en un desayuno organizado por EL PERIÓDICO DE ARAGÓN y EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, del Grupo Prensa Ibérica, en el que ha instado al resto de los territorios a «no tener miedo» a la comunidad autónoma que preside y en el que ha presentado a Cataluña como un ente político que «no pide ningún privilegio» y que «garantiza la lealtad institucional con España».
Illa, que ha sido precedido en su intervención por la ministra de Educación y secretaria general del PSOE Aragón, Pilar Alegría, ha insistido en que Aragón y Cataluña «dejen de vivir de espaldas» y vuelvan «a mirarse a la cara». Para el presidente catalán, la conexión entre los dos territorios tiene que servir para «conocerse mejor y reconocerse más».
El propio Illa ha incidido en que la Cataluña que preside, tras años de dirigentes nacionalistas, es un territorio «implicado a fondo en la mejora de la España plural, moderna y próspera» y que se atreve a participar en «la construcción de la Europa autónoma y federal». En ese papel de una Cataluña colaboradora, Illa ha señalado que tiene que recuperarse «la buena vecindad y la voluntad de cooperación con Aragón».
«El Estado somos todos»
«El Estado somos todos, también las comunidades autónomas», ha esgrimido el president, que ha asegurado que bajo su mandato «Cataluña va a estar al lado de Europa, del Gobierno de España y de las necesidades que compartimos con el resto de comunidades». Illa considera que en el actual escenario geopolítico, nacional e internacional, los territorios «se juegan demasiado» y ha rechazado «provocar confrontaciones baldías», tanto dentro como fuera de las fronteras nacionales.
Salvador Illa durante su intervención en el desayuno organizado por EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA
El presidente catalán ha insistido en que Cataluña es ahora «garantía de lealtad y de cooperación institucional» y ha avanzado que su Gobierno defenderá «la política constructiva y respetuosa que tanto hay que recuperar». «Pido que nadie le tenga miedo a Cataluña», ha concretado Illa, que ha afirmado que «en demasiadas ocasiones» percibe esa impresión de otros líderes políticos. El president ha cerrado esta parte de su intervención instando a la clase política a centrarse en «la confianza, la objetividad y la serenidad» en el día a día de sus funciones.
Dos modelos para el desarrollo del país
El president de la Generalitat ha argumentado que “la estabilidad y la cooperación institucional” es “el fundamento” para lograr “la generosidad” a la que Illa aspira desde Cataluña. Un crecimiento que quiere “compartir” en todos los ámbitos, tanto “socialmente como territorialmente”. El desafío para el líder catalán es engarzar los intereses de Cataluña con los del resto de comunidades autónomas, en un momento de tensión política y territorial.
En esa relación influye la financiación autonómica. “Creo que existe un consenso de que el modelo actual de financiación autonómica necesita ser revisado y actualizado”, ha resumido Illa, que ha aseverado que el actual reparto “no responde a las necesidades reales de nuestras autonomías”. El president ha insistido en que el sistema de financiación es “una herramienta de justicia social y progreso económico para todos”. Illa ha defendido que “Cataluña es y va a seguir siendo solidaria con nuestros conciudadanos españoles”.
De hecho, el president ha aseverado que “Cataluña no pide ningún privilegio” y que se presenta como una comunidad que “ofrece propuestas y reformas políticas económicas”. Unos cambios en los que “cada uno pueda aportar lo mejor de sí mismo en beneficio de todos”. “Cataluña y Aragón tenemos el deber de compartir e impulsar nuevos proyectos en común”, ha asegurado Illa.
Bajo la óptica del crecimiento común, de todo el país, Illa ha presentado su plan para que el desarrollo tenga lugar en Cataluña y en el resto de España. “El modelo de prosperidad compartida o modelo de acumulación insolidaria de los que quieren también generar prosperidad”, ha enfrentado Illa, que en el segundo grupo coloca a los que “reservan la prosperidad para unos pocos afortunados de unos determinados territorios o capa social”. El comentario del president tiene más valor en un escenario en el que su investidura como líder de la Generalitat pasó por la negociación con el independentismo catalán de una financiación diferencia para la comunidad y la condonación de la deuda autonómica.

Los socialistas Salvador Illa y Pilar Alegría junto al Consejero Delegado de Prensa Ibérica, Aitor Moll, y el director de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, Ricardo Barceló. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA
Illa ha pedido “avanzar de la mano de todos” y evitar que “ganen únicamente unos pocos”. “La prosperidad compartida nos fortalece, impulsa el crecimiento y cohesiona nuestras sociedades”, ha resumido el también secretario general del PSC, que ha concretado que el engranaje de la financiación autonómica y el crecimiento del país es “un juego de suma positiva, de generar círculos virtuoso en los que ganamos todos”.
Retos compartidos con Aragón
La relación que Illa quiere reforzar con Aragón comienza con retos y deberes para las dos autonomías, ya que el president ha detectado puntos políticos y sociales en los que ambas comunidades autónomas deben reforzar su acción. Despoblación y envejecimiento, luchar contra la desigualdad territorial que se ve entre Zaragoza y Barcelona y el resto del territorio o el desarrollo de infraestructuras: «Celebro que se hayan licitado los estudios informativos para mejorar el tren de mercancías entre Aragón y Cataluña».
Illa también ha puesto como deberes a las dos autonomías la lucha contra los efectos de la sequía o la solución de la crisis de la vivienda, «el mayor factor de desigualdad». «Barcelona o Zaragoza sufren un aumento de precios intolerable», ha criticado el líder catalán, que ha garantizado que su Gobierno actuará contra estos problemas «alineado» con el Gobierno de España y la Unión Europea y desarrollando el mencionado modelo de prosperidad compartida.