Ni rastro del antiguo colegio Jesús y María, ubicado en el corazón de Zaragoza, que en apenas una semana se ha convertido en una gran montaña de escombros. Fue el pasado jueves cuando comenzó el derribo del último edificio, tras un periplo judicial que puso en riesgo su demolición.
Ahora ya no queda nada de este viejo edificio que desde Apudepa defendieron en los tribunales por «valor arquitectónico» de este inmueble diseñado por el arquitecto catalán Isidre Puig Boada (1891-1987). En concreto, del edificio del vestíbulo y sus estancias de recepción, el colegio-pensionado propiamente dicho, la capilla y el refugio antiaéreo (1939-1943).
En este solar se va a construir una nueva urbanización de 160 viviendas libres que estarán divididas en dos edificios que ocuparán los laterales de la parcela desde la avenida Goya creando una gran calle central transitable. Su precio, todavía desconocido, no se prevé que sea apto para todos los bolsillos.
Escombros acumulados en el solar del antiguo colegio Jesús y María. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA
Fruto del convenio municipal, que tras años de negociaciones llevó al Gobierno del PP a recalificar los suelos -destinados en el PGOU a suelo educativo-, el consistorio obtendrá una compensación en metálico por importe de 3.450.030 euros y dos solares en Las Fuentes (uno destinado a zona verde y otro a vivienda pública) cuyo valor tasado asciende a los 2,5 millones de euros.
Antes de iniciar la construcción de las viviendas, cuya fecha se desconoce, las máquinas siguen atareadas retirando la montaña de escombros que ocupa parte del solar donde se construirá una vía peatonal que conectará Goya con Cortes de Aragón y levantará el equipamiento municipal, aun por decidir por parte del ayuntamiento.