Las plantas aumentan la producción de néctar en respuesta a los sonidos de zumbido de los polinizadores, según un nuevo estudio: las señales acústicas que producen las abejas, tanto las más evidentes como el aleteo y otras que no se perciben tan fácilmente, activan los procesos vegetales ligados a la producción de néctar.
Un equipo de investigadores ha descubierto que ciertas plantas son capaces de “escuchar” el zumbido característico de las abejas y, en respuesta a estos sonidos, aumentar la producción y la concentración de azúcar en su néctar. Este fenómeno revela una faceta inédita en la relación simbiótica entre flores y polinizadores: las plantas no se limitan a ofrecer néctar pasivamente, sino que pueden modularlo activamente cuando detectan la presencia de insectos benéficos cerca de sus flores.
La investigación, liderada por la zoóloga Francesca Barbero de la Universidad de Turín, en Italia, se centró en las azucenas trompeteras (Antirrhinum majus). Para evaluar la reacción de las plantas, los científicos reprodujeron grabaciones del zumbido de las abejas caracol (Rhodanthidium sticticum), polinizadores eficientes de estas flores, y compararon la respuesta con la producida al exponerlas al sonido de una avispa no polinizadora o a ruidos ambientales sin relevancia ecológica.
Tras unos minutos de exposición al zumbido de las abejas, las plantas incrementaron notablemente tanto el volumen como el contenido de azúcar de su néctar, a la vez que mostraron cambios en la expresión de genes relacionados con el transporte de azúcares y la síntesis de néctar, según publica The Guardian.
Adaptación evolutiva vegetal
Este descubrimiento sugiere que las plantas han desarrollado mecanismos evolutivos para discriminar entre los distintos tipos de insectos que se aproximan a ellas. Al incrementar los niveles de azúcar solo ante el zumbido específico de abejas polinizadoras, las flores logran atraer a aquellos insectos que contribuyen a su reproducción, al tiempo que minimizan la atención de “ladrones de néctar”, o sea insectos que consumen néctar sin polinizar.
Según Barbero, esta capacidad de respuesta acústica podría ser una “estrategia adaptativa” que favorece la eficiencia en la polinización y preserva recursos energéticos de la planta. De acuerdo a una nota de prensa, Barbero presentó sus hallazgos este miércoles 21 de mayo, en el marco de la 188 Reunión de la Sociedad Acústica Estadounidense y el 25 Congreso Internacional de Acústica, que concluyen hoy en Nueva Orleans, Estados Unidos.
Aunque se ha demostrado que el zumbido de las abejas desencadena cambios visibles en el néctar, el mecanismo exacto mediante el cual las plantas “escuchan” sigue siendo objeto de estudio. Los investigadores plantean que las flores podrían contar con mecanorreceptores capaces de detectar vibraciones de baja frecuencia, generadas por el aleteo de los insectos.
Traducción de vibraciones
Estos receptores, presentes en las membranas celulares, traducirían las vibraciones mecánicas en señales bioquímicas que activan rutas metabólicas para la producción de azúcar. No obstante, aún no se ha aislado con precisión la ubicación ni el tipo de células involucradas.
Este hallazgo se inscribe en el incipiente campo de la bioacústica de las plantas, que estudia cómo las vibraciones y los sonidos influyen en el comportamiento vegetal. Estudios previos con la planta Oenothera drummondii mostraron que las flores pueden producir néctar más dulce cuando se exponen a frecuencias similares a las del aleteo de abejas, aumentando la concentración de azúcar hasta en un 20% en tan solo tres minutos.
Las implicaciones prácticas de estas investigaciones podrían transformar las técnicas agrícolas sostenibles. Según los autores, reproducir zumbidos de abejas en cultivos podría constituir una herramienta ecológica para incrementar la eficacia de la polinización y, de esta forma, mejorar los rendimientos de cosechas sin necesidad de recurrir a métodos químicos o a una mayor introducción de insectos.
Esta estrategia, si bien todavía se encuentra en fase experimental, apunta hacia un manejo sonoro del medio agrícola que podría ayudar a combatir la disminución de poblaciones naturales de polinizadores en diversas regiones del mundo.