El juez que investiga la filtración del examen de oposición a periodista de RTVE ha abierto fase de instrucción oral y ha llamado a declarar a César Moreno, secretario de organización de UGT-RTVE en Madrid y primer imputado por este escándalo, que obligó a suspender in extremis la prueba de oposición a la que estaban convocados más de 5.000 aspirantes. Una declaración que no ha llegado a producirse, al acogerse a su derecho a no declarar.
El juzgado número 48 de Madrid investiga a Moreno por un presunto delito de revelación de secretos, después de filtrar el contenido de las preguntas del examen de oposición, lo que motivó la denuncia inicial y la suspensión de la prueba. El pasado 18 de octubre este trabajador fue detenido por la Policía en su domicilio en Madrid y trasladado a dependencias judiciales como presunto autor de la filtración, pero fue puesto en libertad tras negarse a declarar.
En esta ocasión, Moreno ha acudido al juzgado de Plaza de Castilla tras ser citado para declarar en calidad de investigado. Pero, al igual que entonces, el dirigente de UGT se ha acogido a su derecho a no declarar, y no ha querido responder ni siquiera a las preguntas de su abogado, Evaristo Llanos.
Exculpar a UGT
Moreno filtró la noche anterior a la prueba el documento con las preguntas del examen a una candidata, que alertó de las filtraciones, provocando la suspensión de la prueba. En el email se incluían instrucciones para no levantar sospechas, con el número de aciertos y errores que debían cometer en la prueba, y órdenes de borrado para no dejar rastro. Un sistema que apunta a que el mensaje no tuvo un único destinatario.
La candidata, al recibirlo, reprochó a Moreno la filtración y le amenazó con denunciarle. Y en este punto el propio Moreno, según las conversaciones de Whatsapp que figuran como pruebas en la causa, se excusó en que sólo se lo había pasado a ella, y argumentó en que le había llegado «rebote».
Minutos después de que la opositora amenazara con denunciar, y tras varios intentos fallidos por contactar telefónicamente con ella, Moreno pasó a exculpar a su sindicato. «Me llega de rebote y no es algo que haga UGT. De hecho, no permitimos esto en nuestra sección y no se hace», se explicó.
Y aunque en un primer momento defiende que el documento le «llega» por un tercero, Moreno ha rechazado este viernes dar explicaciones sobre las vías por las que recibió el documento de la filtración, en lo que las distintas acusaciones consideran un intento de evitar que salpique aún más a la organización sindical, la mayoritaria en RTVE, o que estas responsabilidades puedan escalar a dirigentes de más alto nivel.
Implicaciones en UGT
La clave, apuntan fuentes de la causa, es el nexo entre César Moreno y el segundo de los imputados, Julián Pérez Olmos, que era el miembro del tribunal que elaboró el examen que había sido designado por UGT. Él fue el autor del documento de las preguntas filtradas, según constaba en los metadatos del archivo informático. Conocer por quién pasó ese documento desde su origen -Pérez Olmos- hasta el único filtrador hasta ahora conocido -Moreno- es esencial para determinar a los responsables. El juez dio instrucción de intervenir los dispositivos informáticos de las instalaciones de Prado del Rey para buscar los lazos. La Policía aún las está investigando, en una parte de la causa que está bajo secreto de sumario.
Pérez Olmos no ha acudido a declarar porque su abogado pidió el aplazamiento, al tener otro juicio el mismo día. Ya hizo lo propio en marzo, cuando el juez les llamó a declarar por primera vez. En aquella ocasión se aplazaron todas las declaraciones, pero esta vez el juez sólo ha retrasado la suya para permitir avanzar la causa.