El restaurante donde comieron los Gemeliers antes de su concierto en Valencia: probaron la cocina tradicional

Para los valencianos podría considerarse delito el visitar la ciudad y no probar una buena paella. Debería ser una actividad obligatoria, y aunque no lo sea, los Gemeliers no han dudado en hacerlo.

Daniel y Jesús Oviedo, los exitosos hermanos que desde bien jóvenes han encontrado su hueco en el panorama musical español, han tenido este jueves su parada en Valencia durante su gira Remember Tour.

Antes de su gran actuación en Palau Alameda, para coger fuerzas, tanto ellos como su equipo acudieron al restaurante Puerta del Mar para degustar platos tradicionales valencianos. Entre ellos, una buena paella.

Especializado en arroces, carnes y pescados frescos, todos ellos representativos del recetario mediterráneo, Puerta del Mar ha sido el lugar escogido por los sevillanos para comer antes de su concierto.

Además, en un momento excelente para el local, pues acaba de ser remodelado por completo. Sobre todo se nota en sus instalaciones, aunque ahora también cuentan con una carta renovada. 

La nueva propuesta gastronómica combina platos clásicos con otros innovadores. Entre sus especialidades, destacan la fideuà de pato y setas, el bogavante gratinado al horno, el chuletón a la brasa de vaca y la torrija con helado de leche merengada.

Apuestan por una cocina basada en productos de mar, proximidad y kilómetro cero, según explican Marcos y José Gómez, quienes ahora regentan el local.

«Quien venga a visitarnos podrá sumergirse en el Mediterráneo, tanto por la decoración exquisita que nos ha quedado como, por supuesto, por la cocina que ofrecemos», subrayan.

Eso sí, aunque el local haya experimentado una remodelación completa para modernizar su imagen, no ha perdido su esencia de cocina tradicional.

Interior del restaurante Puerta del Mar.


Interior del restaurante Puerta del Mar.

La nueva decoración, inspirada en el mar Mediterráneo y L’Albufera, ofrece un ambiente acogedor y elegante, ideal para disfrutar de una experiencia gastronómica donde predominan los pescados, los arroces y el buen producto autóctono.

El lema con el que defienden esta nueva etapa de rebranding reivindica su pasión por el oficio, pues se sienten «Orgullosamente hosteleros desde 1989», cuando los fundadores, Amparo y Paco, comenzaron su andadura junto al mar.

Ubicado en la Calle Trànsits, número 4, el renovado local ha sido concebido como un homenaje a la tierra y al mar, integrando elementos naturales y materiales nobles, que evocan la serenidad de la costa valenciana.

Así, el interiorismo conjuga armoniosamente colores suaves y una cuidada iluminación. Predominan los tonos arena, beige y verde oliva, que evocan la paleta cromática del paisaje valenciano.

Los Gemeliers comen paella en Valencia. EE


Los Gemeliers comen paella en Valencia. EE

El techo ondulado, y revestido también en verde suave, simula el movimiento del agua, mientras que las lámparas colgantes de fibras naturales, inspiradas en la flora autóctona, aportan a su vez textura y un aire artesanal.

También es fundamental la disposición de las mesas, que aseguran amplitud, privacidad y comodidad. Están vestidas con manteles blancos y una vajilla clásica, que eleva la sensación de elegancia.

El mobiliario combina sillas tapizadas en tonos neutros y sofás curvos que abrazan mesas redondas, creando rincones íntimos para compartir.

Destaca una espectacular vinoteca acristalada en la pared principal, que no solo exhibe la extensa selección del restaurante, sino que también funciona como un punto focal decorativo y funcional.

Uno de los elementos más llamativos del espacio es la estantería de productos frescos: una despensa abierta en la que se exhiben frutas, verduras y hortalizas cuidadosamente dispuestas en cestas de mimbre.

Interior del restaurante Puerta del Mar.


Interior del restaurante Puerta del Mar.

Este detalle no sólo refuerza el compromiso de Puerta del Mar con el producto local y de temporada, sino que también aporta color y vida al interior.

Fundamental resulta también la lámpara de erizos de mar, situada en la misma entrada del restaurante, que da la bienvenida a los comensales y les recuerda lo cerca que están de la orilla, también en lo que a oferta gastronómica se refiere.

La barra, realizada en madera natural y enmarcada por arcos con retroiluminación cálida, resalta en el interior del local.

Funciona como antesala al comedor, pero también es un espacio para un aperitivo informal, integrando perfectamente lo funcional con lo estético.

Con esta renovación, Puerta del Mar se convierte en un espacio donde cada detalle, desde la iluminación hasta el mobiliario, ha sido pensado para elevar la experiencia del comensal y conectar con el Mediterráneo.

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