El PSOE da un paso adelante en materia de vivienda con una batería de medidas que chocan de plano con su socio de Gobierno, Sumar. El Ministerio de Vivienda, en coordinación con el grupo socialista en el Congreso, lanzó la propuesta en solitario, sin negociar con el ala minoritaria del Consejo de Ministros. La ministra del ramo, Isabel Rodríguez, justificó esta circunstancia en su interés por acelerar los plazos para empezar a tramitar la norma en el mes de junio, aunque lo cierto es que la ley no cuenta a día de hoy ni siquiera con los votos del Gobierno al completo.
Mientras algunas medidas que ahora abandera el PSOE fueron presentadas antes por Sumar, como es el IVA al 21% a los pisos turísticos o la restricción de compra de viviendas a extranjeros, hay un eje importante de la propuesta que Sumar rechaza abiertamente, como son los importantes incentivos fiscales a los arrendadores. Este choque entre socios obliga ahora a abrir una fase de negociación para evitar una ruptura de voto en el Congreso por parte de los socios de Gobierno. Pero también inicia una carrera política por liderar la autoría de algunas de las medidas, más aún teniendo en cuenta que la vivienda es el principal problema para los españoles, y que el 25% de la población lo sitúa en el podium de sus tres preocupaciones principales, según el último barómetro del CIS.
Este mismo lunes, Antonio Maíllo, coordinador de IU, principal partido estatal de Sumar, confirmó que la vivienda sería su «prioridad política» en este 2025, teniendo en cuenta que el Gobierno se encuentra en el ecuador de legislatura y ante la convicción de que el reloj corre en contra del Gobierno, no sólo por los largos plazos parlamentarios sino también por las dificultades de negociar apoyos a las puertas de unas elecciones: «Lo que se haga en 2026, no va a tener impacto», defendió en rueda de prensa.
La coalición de izquierdas de Yolanda Díaz lleva meses lanzando duras críticas al Ministerio de Vivienda y planteando propuestas que hasta ahora han sido desoídas por el ala socialista del Gobierno. Este mismo martes, los socialistas intentaron bloquear de nuevo la ley para regular el alquiler temporal y por habitaciones, reabriendo las tensiones en torno a esta materia. Pero la sorpresa llegó este jueves, cuando el PSOE anunció públicamente una batería de medidas sin avisar previamente a su socio parlamentario, Sumar, que propuso en primer lugar algunas de las iniciativas que ahora asumen desde Moncloa.
«No tiene nuestros apoyos»
En las filas de Sumar la sensación es contradictoria. Por una parte, celebran haber marcado el paso al ala socialista del Gobierno, que adopta ahora algunas de sus propuestas, aunque ironizan con lo que ven un intento del PSOE por hacerse con la autoría. Pero al mismo tiempo en que dan la bienvenida a los socialistas en estos puntos, se muestran radicalmente en contra del modelo de incentivos fiscales a los arrendadores que ofrezcan alquileres asequibles, en lugar de limitar los precios del alquilar y penalizar a quien no cumpla.
«Celebramos todo lo que sea mejorar, pero abogamos por intervenir el mercado», resumen fuentes del grupo parlamentario, donde se muestran convencidos de que «los incentivos fiscales no ayudan a mejorar». En este sentido, avanzan a que la norma es «un punto de partida para negociar«, aunque admiten las enormes dificultades para aceptar el planteamiento socialista y no garantizan que las negociaciones puedan llegar a buen puerto.
«Ahora mismo, esta ley no tiene nuestros apoyos«, apunta Alberto Ibáñez, miembro de Sumar en la Comisión de Vivienda y diputado de Compromís. El dirigente se felicita por haber «convencido al PSOE» en algunas propuestas incluidas que ellos mismos ya habían lanzado, como el incremento del IVA para el alquiler turístico o penalizar fiscalmente a los compradores no residentes, además de gravar las viviendas vacías o elevar la presión fiscal a las SOCIMIS, una figura que Sumar propuso directamente eliminar.
Considera sin embargo que estas propuestas son un «brindis al sol», con el objetivo de «intentar convencer a la izquierda de que está luchando contra la especulación, pero sin efectos reales», puesto que no se plantea la regulación del mercado. Y es que el «bloque central» de la propuesta consiste a crear incentivos para que los caseros rebajen el precio del alquiler a cambio de, entre otras cosas, bonificaciones del 100% de las rentas de alquiler en el IRPF a quienes saquen su vivienda en alquiler por primera vez o a aquellos propietarios que firmen contratos por debajo de los umbrales fijados por el Ministerio de Vivienda.
«Perdonar impuestos a los rentistas no sólo es equivocado sino profundamente injusto», resume Ibáñez, que cree que «les hacen un favor a los rentistas». Además, apunta a que «el ciudadano cree que ahorra un poco del alquiler, pero no es verdad porque con sus impuestos paga los servicios públicos, mientras el casero no». En este sentido, Ibáñez se muestra escéptico respecto a un posible acuerdo en torno a esta norma: «Veo difícil que pueda haber consenso», apunta, señalando que «la ley va muy en línea de la política de vivienda de Junts, pero no de la izquierda».
La vivienda ha sido hasta ahora uno de los grandes motivos de choque entre los socios de Gobierno. Tanto es así que el Ministerio de Vivienda tuvo que terminar retirando la ley del suelo del Congreso minutos antes de que se votara, ante la amenaza de su socio de coalición de tumbarla. Las críticas han sido habituales a la ministra del ramo, de la que han criticado su tibieza e inacción.
Este mismo martes, Sumar denunciaba el escaso interés del PSOE de abordar la regulación del alquiler de temporada y por habitaciones, después de que los socialistas intentaran mantener el bloqueo a la tramitación de la norma, que finalmente desbloqueó el PP por sorpresa. Este mismo miércoles, Sumar también propuso en la Comisión de Política Territorial una iniciativa para pedir al Gobierno a autorizar el uso de los ahorros a los ayuntamientos para la compra masiva de vivienda construida para el parque público de vivienda. Una iniciativa uqe también rechazaron los socialistas.