Red Eléctrica, el operador del sistema eléctrico, ha estado en el ojo del huracán desde el gran apagón. Casi un mes después del colapso energético aún siguen investigándose las causas y nadie las espera a corto plazo, con la vista puesta en tenerlas en semanas o incluso meses. Pero la compañía se revuelve, defiende que su actuación rozó la perfección antes y después del apagón, y en todo caso señala al resto de agentes del sistema eléctrico: esto es, las compañías energéticas.
Beatriz Corredor, presidenta de Redeia (la matriz de Red Eléctrica de España, REE), asegura que su grupo es el “primer interesado” en que se esclarezcan “definitivamente y cuanto antes” todas las causas del histórico cero energético. La compañía no investiga el incidente, ha subrayado, sólo analiza los datos de que dispone (los suyos propios y los del resto de compañías distribuidoras y generadoras) y los está facilitando a los responsables, estos sí, de las indagaciones en marcha: el Gobierno, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la Audiencia Nacional y la Unión Europea, a través de la asociación de operadores europeos de redes de transporte Entso-e y la agrupación de supervisores comunitarios ACER.
Mientras se esclarecen las causas del apagón, Corredor exonera claramente a su compañía de haber cometido ningún fallo ni en la operación del sistema eléctrico ni en la gestión de las redes de transporte de alta tensión antes del colapso. La actuación de Red Eléctrica, según su presidenta, «fue absolutamente correcta, en tiempo y en forma”, se “siguieron estrictamente y escrupulosamente los procedimientos de operación” y por eso, a pesar de que en la media hora anterior ya se habían registrado grandes oscilaciones de tensión, en el momento del colapso “todos los parámetros del sistema volvieron a su estado habitual”, ha dicho en unas jornadas organizadas por Expansión.
Corredor ha confirmado que en los instantes anteriores al apagón el sistema y la red de Red Eléctrica operaban “dentro de los parámetros establecidos” de seguridad. “Por eso tenemos que preguntarnos qué pasaba en el resto de las infraestructuras del sistema”, ha indicado, señalando en todo caso al funcionamiento de las redes de distribución o de las plantas de generación, controladas en ambos casos por las compañías eléctricas.
En los últimos días, las grandes eléctricas han pasado al ataque en la gran guerra del relato que se ha abierto tras el apagón y se han lanzado a reclamar que las investigaciones en marcha para determinar las causas se reorienten para ampliar el foco temporal de las pesquisas. La patronal Aelec, que agrupa a Iberdrola, Endesa y EDP, ha denunciado que en los días anteriores y en las horas previas al colapso energético del 28 de abril ya se detectaron fallos graves en la red, con “variaciones extremas y generalizadas” en la tensión de la red de Red Eléctrica. Y por eso han reclamado ampliar las indagaciones para incluir estos episodios y no circunscribir las pesquisas a sólo los segundos previos al histórico apagón.
Aún se investigan las causas del incidente y, por ende, aún están por determinarse los posibles responsables. Unas responsabilidades que ponen en juego potenciales indemnizaciones multimillonarias para compensar las pérdidas provocadas por el apagón y también sanciones de hasta 60 millones de euros si se detectan infracciones muy graves de la normativa vigente.
La recuperación magistral del suministro
En cualquier caso, Corredor sí ha anticipado que las causas que llevaron a ese cero eléctrico peninsular probablemente son varias y «acumulativas», pero apuntando que sí es «importante decir claramente qué no pasó» ese día. ¿Qué no pasó? Según Red Eléctrica, que no hubo un problema de potencia síncrona, ya que estaban acoplados suficientes grupos nucleares y grupos térmicos; que no que faltó inercia en el sistema; que no hubo sobrecarga en la red; que tampoco se registró un ciberataque en las instalaciones del operador del sistema; y que funcionaron correctamente los cortafuegos del sistema para ir desconectando instalaciones para evitar que se quemaran en pleno colapso.
La presidenta de Redeia no ve error alguno en la actuación de su compañía antes del apagón y ensalza como extraordinaria la labor realizada después para recuperar el suministro eléctrico en toda la Península desde cero. “Fue la reposición [del sistema] más extraordinaria de cuantas se han realizado en el mundo. No es una hipérbole. En todos los sistemas eléctricos se va a estudiar cómo se hizo esa reposición en ese tiempo récord», ha destacado. “Es una auténtica obra maestra de la reposición”.