La agencia Moody’s Ratings ha elevado este jueves la calificación crediticia de Grifols, mejorando su nota de familia corporativa (CFR) de ‘B3’ a ‘B2’, y la de probabilidad de incumplimiento (PDR) de ‘B3’ a ‘B2-PD’. La perspectiva permanece en “positiva”, en señal de confianza hacia una evolución financiera aún más favorable en los próximos trimestres.
Esta mejora se produce tras constatar un desempeño operativo sólido, un crecimiento notable tanto en ingresos como en rentabilidad, y una gestión empresarial más eficiente, según ha detallado la agencia estadounidense. Además, Moody’s ha revisado al alza la calificación de los instrumentos sénior garantizados emitidos por Grifols y sus filiales a ‘B1’, y los sénior no garantizados a ‘Caa1’ desde ‘Caa2’.
La decisión llega en un contexto de recuperación firme para la multinacional catalana especializada en derivados del plasma. En su análisis, Moody’s señala que espera una mejora en los principales indicadores financieros de Grifols, estimando que su apalancamiento bruto ajustado caerá por debajo de las 6,5 veces a finales de 2025, frente a las 7 veces registradas en los últimos doce meses hasta marzo. Asimismo, prevé un EBITDA ajustado de unos 1.800 millones de euros y un flujo de caja libre de entre 250 y 270 millones en los próximos 12 a 18 meses.
La firma destaca la “buena” liquidez de Grifols, que cuenta con 753 millones de euros en caja y una línea de crédito revolving por 938 millones de dólares disponible hasta mayo de 2027. La mejora de la nota crediticia también se apoya en la fuerte posición de mercado de la empresa, su integración vertical, la elevada demanda estructural en el sector del plasma, así como en su historial de seguridad y la fidelización de clientes.
No obstante, Moody’s subraya que Grifols sigue enfrentando retos significativos, como su alto nivel de apalancamiento, la elevada intensidad de capital y la necesidad de gestionar eficazmente su capital circulante, especialmente en un entorno de elevada volatilidad.
Las consideraciones de gobernanza también han pesado en la decisión de la agencia, que valora positivamente los recientes cambios en el consejo de administración y una mayor claridad en la estrategia de asignación de capital.
Este respaldo llega apenas semanas después de que Grifols presentara sus resultados del primer trimestre de 2025, con un beneficio neto de 60 millones de euros, casi el triple que el registrado en el mismo periodo de 2024. Las ventas crecieron un 7,4%, hasta alcanzar los 1.786 millones de euros, mientras que el EBITDA ajustado aumentó un 14,2%, hasta 400 millones, con un margen del 22,4%.
Grifols reafirmó recientemente su previsión para el conjunto del año, que incluye unos ingresos de alrededor de 7.700 millones de euros, lo que supondría un crecimiento cercano al 7% respecto a 2024.
Con estos datos, Moody’s deja abierta la posibilidad de una nueva mejora de calificación si Grifols consolida su trayectoria de crecimiento y mejora sostenida de su flujo de caja y rentabilidad.