Casi la mitad de los propietarios de pisos de alquiler se plantea pasarse a la modalidad del arrendamiento por habitaciones para evitar las posibles limitaciones de precio derivadas de la nueva Ley de Vivienda. Una opción que también puede resultar más rentable, si se tiene en cuenta que por una habitación estándar ya se piden casi 400 euros en la ciudad de Alicante.
Al menos así se deduce de la encuesta realizada por Fotocasa Research con el objetivo de conocer la opinión de los distintos actores que participan en el mercado inmobiliario sobre esta norma. Y la primera conclusión es que existe un gran desconocimiento de la misma, ya que hasta un 65 % de los consultados en la Comunidad Valenciana asegura no estar familiarizado con la misma.
Aun así, de momento parece que ganan -y por goleada- los que tienen una opinión negativa de esta norma. De esta forma, hasta el 53 % de los encuestados cree que la ley dificulta a los inquilinos las opciones de alquilar un piso, frente a solo un 13 % que considera que mejorará su situación.
En parte porque un porcentaje similar -un 48 %- cree que la nueva norma complica las cosas para aquellos propietarios que desean poner su piso en el mercado. Si se les pregunta exclusivamente a estos últimos, hasta un 35% -uno de cada tres- prevé retirar del mercado su vivienda para evitar complicaciones.
Dos carteles de alquileres de viviendas. / EP
Aún son más los que se plantean otro tipo de alternativas. Por ejemplo, un 46% baraja pasar su propiedad del alquiler anual a hacerlo por temporadas y el mismo porcentaje estudia también la posibilidad de arrendar la vivienda por habitaciones, en lugar de hacerlo al completo.
Esquivar las limitaciones
En ambos casos, este cambio permite esquivar las limitaciones a las subidas de precios que establece la legislación, con el objetivo de abordar el actual problema de accesibilidad a la vivienda.
No obstante, tampoco hay que descuidar el beneficio económico que se puede conseguir con este cambio, sobre todo ante el precio que están alcanzando las habitaciones sueltas, una alternativa cada vez más demandada ante la imposibilidad de hacer frente en solitario un alquiler completo.
Según los últimos datos publicados por este mismo portal, en la provincia actualmente los precios oscilan desde los 226 euros que se paga por un cuarto en un piso compartido en Alcoy, hasta los 385 de la ciudad de Alicante.

Dos personas consultan los precios en el escaparate de una inmobiliaria de Alicante. / Jose Navarro
Como opciones intermedias, las habitaciones compartidas suponen un desembolso mensual medio de 322 euros en San Vicente del Raspeig; de 307 euros, en Sant Joan d’Alacant; o 276 euros, en el caso de Elche.
Ganadores y perdedores
En opinión de la directora de Estudios de Fotocasa, María Matos, «la ley de vivienda beneficia a los inquilinos que tienen un contrato en vigor, al evitar subidas anuales de precio desorbitadas en sus contratos. Sin embargo, para los potenciales inquilinos que buscan un alquiler, las consecuencias de su puesta en marcha han sido perjudiciales, ya que indirectamente ha causado la retirada de más del 30% la oferta de arrendamiento disponible ocasionando grandes tensiones en los precios y creando un mercado muy compacto y de poca rotación».
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