Telefónica ha activado un giro estratégico bajo los mandos de Marc Murtra como nuevo presidente y auspiciado por los nuevos grandes accionistas del grupo (el Estado español a través de SEPI, CriteriaCaixa y también Saudi Telecom, la operadora estatal de Arabia Saudí, todos en el entorno del 10% del capital). Una nueva era que pasa por adaptarse a los cambios del entorno económico y geopolítico (potenciando la autonomía estratégica de Europa) y a los cambios en el propio sector de las telecomunicaciones y tecnológico (con fusiones entre compañías europeas para ganar tamaño).
Telefónica quiere tener un papel protagonista en estos movimientos y pretende jugar un rol activo en las operaciones corporativas que vienen: primero con procesos de concentración dentro de los mercados nacionales para luego extenderse a las operaciones transnacionales. Primero con operaciones en España, y también en sus otros dos grandes mercados europeos Reino Unido y Alemania, y luego con movimientos entre compañías de diferentes países. Y entretanto, el grupo también pretende completar su salida de los mercados latinoamericanos en que aún está presente (salvo de Brasil) en su afán de simplificar el grupo y ganar capacidad financiera para el resto de movimientos.
“Creemos en la consolidación del sector pero con racionalidad económica. Si no, no la vamos a hacer. Y eso implica empezar por la consolidación intramercados”, ha explicado el presidente de Telefónica, Marc Murtra, en unas jornadas organizadas por Expansión. El ejecutivo ha subrayado que en España “hay muchas opciones” para crecer con compras en el sector de las telecos, y ha declarado como “secreto absolutamente guardado” las operaciones que están bajo estudio.
En el sector de las telecomunicaciones y en el ámbito financiero se da por hecho que la principal candidata para ser absorbida por Telefónica es Vodafone España, ahora controlada por el grupo británico Zegona. Una opción sobre la mesa que Murtra no ha descartado. “No comentamos operaciones concretas hasta que están firmadas. Nunca. Sería un error de negociación, porque sube el precio hasta el límite”.
Adiós a Hispanoamérica
La reorientación de todo el negocio de la compañía hacia Europa, Murtra ha confirmado que la intención de Telefónica es completar su salida total de Latianoamérica (con la única excepción de Brasil, que se considera un mercado clave para el grupo). “Tenemos el objetivo de salir de Hispam. Va a haber diligencia en el ‘exit’ y en la simplificación de la compañía”, ha sentenciado el presidente. “Tenemos claro qué hacer. (…) Una vez que has tomado la decisión, ejecútala”.
Telefónica ya emprendió en 2019 una reorientación del negocio para ir reduciendo su presencia en Latinoamérica y concentrarse sólo en sus grandes mercados clave (España, Alemania, Reino Unido y también Brasil, como única excepción en el repliegue americano). En el último lustro Telefónica ya ha ido reorganizando su actividad en Hispanoamérica, por la incertidumbre económica en la región y la dificultad de rentabilizar las inversiones del que había llegado a ser el principal motor de crecimiento de la corporación.
La estrategia era doble: sanear los activos salvables en algunos países latinoamericanos para mejorar su desempeño o la venta total o parcial de sus filiales. La nueva Telefónica comandada por Marc Murtra ha acelerado la reordenación y pretende completar la tarea con una salida total cuando pueda ir cerrando operaciones. Sin prisas, pero con determinación. Sólo en los últimos meses, Telefónica ha conseguido cerrar la venta de su negocio en Argentina por 1.200 millones de euros, la del negocio en Perú por 900.000 euros tras activar el concurso de acreedores, y ha alcanzado un acuerdo definitivo para desprenderse de su parte en la filial de Colombia por 370 millones .
“El capital en nuestras manos [tras la salida de Hispam] se utilizará de manera más eficiente auntando a otros activos”, ha dicho Murtra, en referencia a las operaciones que pretenden emprenderse en Europa y en otros mercados de Europa. “Nos posiciona un poco mejor para lo que queremos hacer”. En este ámbito, el presidente de Telefónica ha confirmado su intención de condicionar todos los movimientos de la compañía a una “disciplina financiera de hierro”. «Cualquier inversión que hagamos, desde una pequeñita a una grande, tiene que generar un valor de empresa positivo teniendo en cuenta nuestro coste de capital. Si no, no lo haremos. Debemos poder financiarla de manera que nos deje confortablemente en el investment grade«, ha apuntado.