El hombre asesinado a tiros este miércoles a las puertas de un colegio de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, es Andrei Portnov, de 52 años, un conocido abogado y político ucraniano que fue asesor del expresidente prorruso Víktor Yanukóvich, derrocado en 2014 tras la revolución del Euromaidán. Fue, entre otras cosas, artífice de algunas de las leyes más restrictivas con las que se intentaron frenar las protestas masivas.
Portnov vivía desde hace años en España y enfrentaba diversas sanciones por malversación de fondos públicos, corrupción y compra de decisiones judiciales impuestas por la Unión Europea o Estados Unidos en los últimos años.
De 52 años y abogado de profesión, Portnov fue uno de los principales asesores de Yanukóvich entre 2010 y 2014, cuando se exilió a raíz de la revolución del Euromaidán, y el artífice de algunas de las leyes más restrictivas con las que se pretendió frenar las protestas populares.
Vivió varios años en Rusia y luego se mudó a Viena, antes de regresar a Ucrania en 2019 cuando Volodímir Zelenski fue elegido presidente, sustituyendo a Petro Poroshenko. Portnov, según la prensa local, era muy amigo del exjefe de Gabinete de Zelenski. El medio Radio Free Europe informó que Portnov abandonó su país el 3 de junio de 2022 incumpliendo la ley marcial, que impide a los hombres de entre 18 y 60 años salir de territorio ucraniano a menos que obtengan un permiso especial.
Según el Departamento del Tesoro de EEUU, que añadió a Portnov a su lista de sanciones en 2021, el político «cultivó amplias conexiones con el aparato judicial y policial de Ucrania a través de sobornos». Las autoridades estadounidenses le acusaron de «usar su influencia para comprar decisiones en los tribunales ucranianos y socavar los esfuerzos de reforma».
Otra de las sombras en el historial del político es su supuesta vinculación con la anexión rusa de la península de Crimea. El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) abrió una investigación para tratar de determinar la relación de Portnov con estos hechos, pero la causa fue archivada poco después por un tribunal a pesar de la existencia de una grabación de un asesor de Vladímir Putin que señalaba a Portnov como el autor de una resolución del Parlamento de Crimea para oponerse a la firma de un acuerdo de asociación con la UE.
Portnov es un personaje muy conocido en Ucrania por sus disputas y juicios con los periodistas, de muchos de los cuales ha salido triunfante. En septiembre del año pasado el periódico The Kyiv Independent recogió que el político había ganado un juicio por difamación contra varios medios ucranianos, que le calificaron en sus informaciones como un político «prorruso» y una persona «infame por su abierto apoyo a Rusia».
