Estudio chino señala al B-52 la mayor amenaza nuclear de EE. UU.

Un análisis militar chino identifica al B-52 Stratofortress como la principal amenaza nuclear de EE. UU., superando a modernos aviones como el F-22 y F-35.

El B-52, amenaza nuclear clave según estudio chino

Un reciente estudio publicado en la revista china Modern Defence Technology ha generado sorpresa al señalar al Boeing B-52 Stratofortress, un bombardero estratégico diseñado en la década de 1950, como la mayor amenaza nuclear de Estados Unidos en un hipotético ataque táctico contra China. Liderado por Wang Bingqie, del People’s Liberation Army Air Force Early Warning Academy en Wuhan, el análisis simuló una operación de contrataque aéreo estadounidense dirigida a flotas navales chinas o sitios estratégicos en el interior del país. Los resultados, divulgados el viernes 16 de mayo de 2025, destacan la relevancia perdurable del B-52 en la estrategia militar estadounidense y reflejan las crecientes preocupaciones de China sobre las capacidades de EE. UU. en el Indo-Pacífico.

El estudio chino prioriza al B-52 sobre plataformas más avanzadas como el F-22 Raptor, un caza furtivo de superioridad aérea, y el F-35 Lightning II, un avión multifunción de tecnología stealth. También relega a un segundo plano al B-2 Spirit, un bombardero furtivo capaz de penetrar defensas aéreas avanzadas. Según los investigadores, la capacidad de carga, el alcance y los sistemas electrónicos modernizados del B-52H, la variante actualmente en servicio, lo convierten en un activo crítico para un conflicto nuclear limitado. Esta conclusión ha suscitado preguntas sobre por qué un avión de la era de la Guerra Fría sigue siendo un foco de temor estratégico para China.

El B-52H Stratofortress, operativo desde 1961, puede transportar hasta 70,000 libras de armamento, incluyendo misiles crucero de largo alcance como el AGM-86B, con un alcance superior a 1,500 millas y capacidad para llevar ojivas nucleares. Su habilidad para lanzar estos misiles desde distancias seguras, fuera del alcance de los sistemas de defensa aérea chinos, permite atacar objetivos sin entrar en espacios aéreos fuertemente protegidos. Además, el bombardero soporta una amplia gama de municiones convencionales guiadas con precisión, como el Joint Direct Attack Munition y el Joint Air-to-Surface Standoff Missile-Extended Range, lo que lo hace versátil para misiones nucleares y no nucleares.

La investigación simuló una operación de penetrating counterair (PCA), una estrategia estadounidense que combina plataformas avanzadas, como el F-35 y el B-2, con drones y sistemas de ataque en red. Sin embargo, el B-52 destacó en todas las fases: despliegue, penetración y ataque. Los investigadores chinos subrayaron su capacidad para operar desde bases seguras, como Andersen Air Force Base en Guam o Diego Garcia en el Océano Índico, lejos del alcance de los misiles balísticos chinos, como el DF-26, conocido como el “asesino de Guam” por su rango de 4,000 kilómetros. Esta flexibilidad operativa, combinada con el apoyo de aviones cisterna y escoltas de combate, refuerza la percepción de China sobre la amenaza que representa el B-52.

Foto: Fuerza Aérea de EE. UU.

Datos clave sobre la amenaza del B-52 según el estudio chino

  • Capacidad de carga: Transporta hasta 70,000 libras de armamento, incluyendo misiles nucleares y convencionales.
  • Alcance: Puede volar 8,800 millas sin reabastecimiento, permitiendo operaciones desde bases lejanas como Guam.
  • Misiles crucero: El AGM-86B, con rango de 1,500 millas, evade radares al volar a baja altura.
  • Modernización: Nuevos motores Rolls-Royce F130 y radares mejorados extenderán su vida útil hasta 2050.
  • Versatilidad: Adaptable para misiones nucleares, de precisión y de apoyo aéreo cercano.

El enfoque del estudio en el B-52 refleja las ansiedades de China sobre la proyección de poder estadounidense en la región. A pesar de la rápida modernización del Ejército Popular de Liberación, que cuenta con más de 2,800 aviones, incluidos cazas avanzados como el J-20, la capacidad del B-52 para entregar una amplia gama de armamento desde largas distancias plantea un desafío significativo. Los sistemas de radar chinos, aunque avanzados, tienen dificultades para detectar objetivos a baja altura, como los misiles crucero lanzados por el B-52, especialmente en regiones marítimas o montañosas extensas.

El análisis chino también consideró contramedidas electrónicas y operaciones cibernéticas como herramientas clave para neutralizar la amenaza estadounidense. Los investigadores sugirieron que interrumpir los sistemas de comunicación y navegación de las plataformas de ataque de EE. UU. podría reducir su efectividad en espacios aéreos disputados. Además, el estudio afirmó que los radares chinos pueden detectar aviones con una sección transversal de radar de 0.1 metros cuadrados, como el F-22 y el B-2, a distancias de hasta 400 kilómetros, y que los sistemas de defensa aérea hipersónicos en desarrollo podrían alcanzar objetivos a más de 1,000 kilómetros. Estas afirmaciones, sin embargo, no explican por qué el B-52, con una firma de radar más grande, sigue siendo la principal preocupación.

El B-52 ha sido un pilar de la fuerza de bombarderos estratégicos de EE. UU. desde su entrada en servicio en 1955. Con un total de 744 unidades construidas, la variante B-52H es la única que permanece activa, con 76 aviones en servicio, estacionados en bases como Barksdale AFB en Luisiana y Minot AFB en Dakota del Norte. Su longevidad se debe a continuas modernizaciones, incluyendo el programa Combat Network Communications Technology (CONECT), que actualizó las pantallas de la cabina y los sistemas de comunicación, y el Radar Modernization Programme, que mejora la detección de objetivos. Además, la sustitución de los motores TF33 por los Rolls-Royce F130 garantizará su operatividad hasta la década de 2050.

Uno de los B-52 fotografiado desde el suelo (Crédito de la imagen: @emadipi_aviation)

La versatilidad del B-52 también se evidencia en su historial operativo. Durante la Guerra Fría, realizó patrullas de alerta aérea bajo nombres en clave como Chrome Dome y Giant Lance, manteniendo bombarderos en el aire cerca de las fronteras soviéticas para garantizar una capacidad de respuesta rápida. En conflictos convencionales, ha participado en operaciones desde Vietnam hasta Afganistán, demostrando su capacidad para misiones de apoyo aéreo cercano y ataques de precisión. En el Indo-Pacífico, los B-52 han realizado vuelos de libertad de navegación en el Mar del Sur de China, desafiando las reclamaciones territoriales chinas, como en noviembre de 2015, cuando China ordenó a los bombarderos abandonar la zona, solicitud que fue ignorada.

Contexto estratégico del B-52 en la rivalidad EE. UU.-China

El estudio chino se enmarca en un contexto de creciente competencia entre EE. UU. y China. La modernización militar china incluye inversiones significativas en sistemas de defensa aérea, misiles balísticos y capacidades navales. Un informe del Departamento de Defensa de 2022 destacó la capacidad del Ejército Popular de Liberación para proyectar poder, con un arsenal que incluye misiles como el DF-11A y DF-15B, diseñados para atacar bases aéreas estadounidenses en la región. Sin embargo, la habilidad del B-52 para operar desde bases fuera del alcance de estos misiles mitiga esta amenaza.

Por su parte, EE. UU. continúa invirtiendo en su flota de bombarderos. Aunque el B-21 Raider, un bombardero furtivo de próxima generación, está programado para entrar en servicio en los próximos años, el B-52 seguirá siendo un componente clave de la tríada nuclear estadounidense, que incluye bombarderos estratégicos, misiles balísticos intercontinentales y submarinos lanzamisiles. La integración del futuro misil crucero nuclear Long-Range Standoff (LRSO) reforzará aún más el rol nuclear del B-52. Nueve pruebas exitosas del LRSO, incluyendo un lanzamiento en octubre de 2022, confirman su desarrollo avanzado.

El énfasis chino en el B-52 también puede reflejar suposiciones específicas sobre las tácticas estadounidenses. A diferencia del B-2, que tiene una flota más pequeña y mayores costos de mantenimiento, el B-52 ofrece una combinación de disponibilidad y capacidad de carga que lo hace ideal para operaciones de largo alcance. Su historial en misiones de “presencia de bombarderos” en el Indo-Pacífico, como las realizadas desde Guam en respuesta a provocaciones de Corea del Norte y China, refuerza su papel como símbolo de disuasión. En 2023, un B-52 fue interceptado por un caza chino J-11 sobre el Mar del Sur de China, un incidente que destacó las tensiones en la región.

Bombarderos B-52H de EE. UU. se integran con Eurofighters
Dos aviones B-52H Stratofortress vuelan juntos durante la misión del grupo de trabajo de bombarderos SPARTAN MACE el 7 de marzo. (Foto de la Fuerza Aérea de los EE. UU. por la sargento Kristen Heller)

China, por su parte, opera el Xian H-6, una copia del Tupolev Tu-16 soviético, que ha sido modernizado para llevar misiles crucero y realizar patrullas de largo alcance. En julio de 2024, dos H-6 chinos y dos Tu-95 rusos fueron interceptados cerca de Alaska por aviones estadounidenses y canadienses, en una muestra de la creciente cooperación militar entre China y Rusia. Aunque el H-6 comparte algunas similitudes con el B-52, su alcance y capacidad de carga son inferiores, lo que limita su comparabilidad.

El estudio chino revela la complejidad de la disuasión moderna en un contexto de rápida modernización militar. Mientras China expande su arsenal nuclear, con nuevos silos de misiles y submarinos, según un informe de la Arms Control Association de 2023, EE. UU. mantiene una estrategia flexible que combina plataformas heredadas como el B-52 con sistemas de próxima generación. La capacidad del B-52 para adaptarse a nuevas misiones, desde la disuasión nuclear hasta ataques de precisión, lo convierte en un activo único en el arsenal estadounidense, capaz de proyectar poder en un escenario de alta tensión como el Indo-Pacífico.

Fuente