El precio de la bombona regulada de butano ha vuelto a subir. A partir del 21 de mayo de 2025, la tradicional botella naranja de 12,5 kg cuesta hasta 18 euros, tras aplicar un incremento del 1,87 % respecto al bimestre anterior. Es la quinta subida consecutiva y lo curioso es que, según refleja el propio BOE, el coste internacional del butano ha bajado. Esta situación ha llevado a muchas persona a preguntarse por qué se paga más. La clave está en el sistema de revisión que aplica el Gobierno: cuando no se traslada una subida anterior completa, se acumula y se corrige más adelante, y eso es justo eso es lo que ha ocurrido ahora.
Para ayudar a entender cómo funciona el precio de la bombona de butano, es interesante recurrir a las explicaciones de Javier Almela, encargado comercial de Repsol, en un vídeo informativo donde aclara muchas de las dudas más frecuentes de los consumidores respecto al precio de esta fuente de energía
¿Todas las bombonas cuestan lo mismo?
No. Y aquí es donde empiezan muchas confusiones. Almela lo explica claramente: “Hay dos tipos de regulación en cuanto al precio. Hay uno que está regulado por el Estado […] y otro que es lo que marca la propia distribuidora, en este caso Repsol”.
Esto quiere decir que solo una parte de las bombonas tienen precio limitado por el Gobierno. En concreto, las tradicionales de 12,5 kg (las de toda la vida). El resto, como las bombonas ligeras, no están reguladas y pueden tener precios más altos según el criterio de la empresa: “generalmente el que no está regulado son los envases ligeros y suelen ser un poco más costosos que el tradicional de 12,5 kg”.
¿Quién decide el precio de la bombona regulada?
El encargado de Repsol lo deja claro: “la botella tradicional está regulada por el Ministerio de Industria y siempre el precio ha de salir en el Boletín Oficial del Estado.”
Según la normativa vigente, este precio se revisa cada dos meses, siguiendo lo que marca la Orden IET/389/2015. La nueva resolución publicada en el BOE del 19 de mayo de 2025 fija un precio máximo antes de impuestos de 117,5357 cts.€/kg, lo que se traduce en esos cerca de 18 euros finales con impuestos incluidos.
¿Cuándo se publica ese precio?
Según explica Almela: “lo hará cada dos meses, por ejemplo saldrá en enero y después saldrá en marzo y así sucesivamente […] El tercer martes de cada mes publicará el precio oficial.”
Es decir, el consumidor solo verá cambios cada dos meses, y siempre reflejados en el BOE. Lo importante es que ese precio incluye varias partes, además del coste de la materia prima.
¿Qué incluye exactamente ese precio oficial?
Aquí Almela responde una de las preguntas más frecuentes: “dentro del precio oficial, bueno, pues tendremos también el impuesto, el IVA y además el impuesto sobre el hidrocarburo.”
Esto significa que aunque el precio base sin impuestos sea inferior, lo que se paga finalmente en tienda incluye el IVA y el impuesto especial sobre hidrocarburos, lo que encarece el coste final de la bombona.
¿Por qué sube ahora si el gas ha bajado?
Este es el punto más complicado, pero también el más importante. Según el BOE, aunque el precio internacional del butano ha bajado (de 539,9 $/Tm en abril a 480,8 $/Tm en mayo), el nuevo precio incluye un ajuste por el desfase anterior: “En este bimestre, el valor del desajuste (Xb-1) utilizado para calcular el precio sin impuestos (PSIb) es de +6,8473 cts.€/kg.”
Dicho de otro modo, como en meses anteriores no se aplicó toda la subida que correspondía, ahora se recupera esa diferencia. Por eso, aunque el gas esté más barato, la bombona sube.