Los Mossos d’Esquadra no han encontrado indicios de criminalidad en la muerte de Isak Andic, empresario y propietario de la compañía Mango, el pasado 14 de diciembre tras caer desde una altura de más de 100 metros, cuando recorría un sendero cerca de las cuevas de Salnitre en Collbató junto a su hijo, Jonathan. Tras las pesquisas practicadas, la policía ha concluido que se trató de un fatídico accidente. Así consta en los atestados policiales presentados en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Martorell, el cual, a inicios de marzo, reabrió la investigación.
«Hemos seguidos todas las líneas de investigación posible y todas concluyen que se trata de un accidente, por eso las diligencias se han cerrado«, según han explicado fuentes de la investigación a El Periódico. Los agentes han informado de ello al juzgado, que en los próximos días deberá decidir si archiva definitivamente la investigación.
Análisis del móvil
Desde en un primer momento, los investigadores consideraron que la caída había sido accidental, aunque tuvieron que completar las diligencias con la declaración de varias personas que se encontraban en la zona en el momento del accidente, así como de allegados a Andic, de 71 años, que sabían que ese día tenía previsto ir a pasear con su hijo por la zona de Collbató. En un punto en el que el sendero se estrecha, el empresario resbaló y cayó por un acantilado. Se trata de un trecho en el que solo se puede pasar de uno en uno y que no contaba con valla de protección.
Ante el juzgado también se presentó un informe sobre el terreno en el que resbaló Andic que incluía el desprendimiento de rocas y sus objetos personales recuperados del fondo del barranco tras la caída. En este sentido, el informe que más tiempo ha llevado en completarse ha sido el relativo al contenido de su teléfono, que quedó destrozado. Según fuentes policiales, no ha aportado información relevante para la investigación.
Los Mossos también analizaron el recorrido que realizaron Andic y su hijo desde el aparcamiento y a lo largo del sendero que atraviesa las Cuevas del Salnitre hasta el monasterio de Montserrat. La caída se produjo durante el trayecto de regreso, a pocos metros del lugar donde habían dejado el vehículo.
Declaraciones de Jonathan
El informe presentado al juzgado incluye las distintas declaraciones prestadas por Jonathan. La primera tuvo lugar poco después del siniestro, cuando aún se encontraba en estado de ‘shock’, lo que llevó a los agentes a detectar algunas “contradicciones” en su testimonio. Estas inconsistencias se referían a detalles como el lugar exacto donde habían aparcado el vehículo o la existencia de fotografías tomadas en la zona, que fueron halladas en su teléfono móvil, pese a que inicialmente afirmó no haber hecho ninguna.
Semanas más tarde, los investigadores interrogaron de nuevo al hijo del empresario durante varias horas. En esta ocasión, Jonathan mantuvo su versión de los hechos: afirmó que iba unos metros por delante de su padre cuando escuchó un ruido, se giró y lo vio caer al vacío. A continuación, llamó a los servicios de emergencia «fuertemente» conmocionado. Según fuentes policiales, las contradicciones de Jonathan no son suficientemente relevantes para seguir con la investigación.
Junto a estos atestados policiales, el juzgado también dispone de los informes forenses del Institut de Medicina Legal i Ciències Forenses de Catalunya, responsables de la autopsia. Algunos resultados, como los análisis toxicológicos, se retrasaron debido a que las muestras fueron enviadas a laboratorios fuera de Cataluña. Según las conclusiones forenses, Andic falleció en el acto como consecuencia del fuerte impacto y no por una «acción criminal». La autopsia también descartó que sufriera un desmayo o alguna indisposición previa a la caída.
Con toda esta nueva documentación sobre la mesa, el juzgado de Martorell debe decidir si archiva de nuevo la investigación. De hecho, ya se cerró a inicios del pasado febrero para evitar que corrieran los plazos de prescripción judicial. En marzo la causa se volvió a reabrir para incorporar estos informes aportados por la policía.