Los caballitos de mar son una de las especies animales más admiradas por la población, pero también de las más amenazadas, tanto en el Mediterráneo como el resto del mundo. Ello es así por una sucesión de motivos: la pérdida de su hábitat debido a construcciones y obras, la pesca de arrastre y las capturas para vender estos animales a acuarios, así como su uso en la elaboración de remedios tradicionales en algunas culturas.
Sin embargo, por si todo esto no fuera poco, el calentamiento que experimenta el mar Mediterráneo está afectando gravemente a las dos especies que viven en nuestras costas: el caballito de mar común o de hocico corto (Hippocampus hippocampus) y el de hocico largo (Hippocampus guttulatus). Existe una tercera especie que vive en Canarias.
Los submarinistas han logrado identificar ocho colonias en el Mediterráneo / M. Chacón
Se trata de animales que viven en zonas costeras de escasa profundidad, que es justamente donde se registran las temperaturas más elevadas, según explica Liliana Concustell, directora de proyectos de la asociación Oceánidas, en un artículo publicado en la revista ‘Quercus’, donde explica la situación de estas especies y los proyectos que lleva a cabo esta entidad para su estudio y recuperación.
El proyecto ‘Save Little Big Seahorse‘ se desarrolla en el Mediterráneo español con submarinistas voluntarios para localizar colonias de caballitos de mar. De momento, se han localizado ocho colonias de las dos especies en las provincias de Cádiz, Málaga, Granada y Girona.
En total, añade Concustell, “son siete pequeñas poblaciones en el litoral andaluz y una de la costa catalana, siendo primordial mantener ocultas las localizaciones exactas para su seguridad. Estas colonias están formadas por grupos de entre siete y diez ejemplares”.
En el resto del litoral, donde los buceadores de esta campaña siguen buscando colonias, solo se han localizado ejemplares aislados.
Hábitat en retroceso
Las poblaciones de caballitos de mar siempre han estado asociadas a fanerógamas marinas (como la Posidonia oceanica), pero “estos jardines sumergidos llevan décadas en grave recesión”. “Su hábitat se ha reducido tanto que se han visto literalmente desahuciados, convirtiéndose en especies sin hogar”, añade.

Los caballitos de mar sufren las consecuencias del calentamiento del Mediterráneo / M. Chacón
El principal objetivo del programa ‘Save Little Big Seahorse’ es obtener suficientes datos para que los caballitos de mar se incluyan en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, pues actualmente la falta de estudios y datos ha impedido que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) los catalogue como especies amenazadas en su Lista Roja.
Pese a dicha situación de indefensión, y al hecho de que el número de ejemplares se reduzca cada año -en el caso del Mar Menor se han perdido el 99,9% de los 10.000 ejemplares que existían hace 10 años, ninguna de las tres especies forma parte tampoco del ‘Catálogo Español de Especies Amenazadas‘.
Otro proyecto en marcha del CSIC
Actualmente, el caballito de mar no figura en ese catálogo por la falta de datos y estudios que den fe de su situación y el número de ejemplares de la especie, que «en los últimos cincuenta años se ha visto casi reducida a la mitad», según el investigador del CSIC Miquel Planas.
Y ese es uno de los puntos que se pretenden revertir con el proyecto del CSIC que, a través del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM), se ha propuesto evaluar durante dos años -año y medio, en realidad- la situación de las poblaciones salvajes de caballitos de mar en el litoral español, a través del proyecto ‘Hippo-DEC’.
Mediante este proyecto, los investigadores intentarán diagnosticar el estado de conservación de esta especie, así como determinar áreas críticas y medidas de conservación.
«La información existente sobre los caballitos de mar es muy deficiente. Su conservación exige la necesidad de recopilar, analizar y evaluar la información existente, así como de ampliar los conocimientos en la medida de lo posible», señala Planas.
Contacto de la sección de Medio Ambiente: [email protected]
Los buceadores de esta ONG tratan de realizar un censo y un análisis comparativo que ponga cifras capaces de demostrar el declive indudable que sufren las especies presentes en el Mediterráneo español. Los resultados obtenidos en los sucesivos muestreos se van incorporando a iNaturalist, una base de datos científica internacional.