Rodri vuelve a los terrenos de juego ocho meses después de la rotura de ligamentos en la rodilla

El Manchester City ha dado un paso enorme en sus aspiraciones por jugar la próxima edición de la Champions al ganar al Bournemouth en el Etihad Stadium por 3-1. Sin embargo, además de la victoria, el club ha ‘celebrado’ el regreso de Rodrigo Hernández ocho meses después de haberse roto el ligamento de la rodilla derecha.

El 22 de septiembre, el flamante Balón de Oro sufrió un fuerte varapalo al lesionarse a los 20 minutos de comenzar el partido ante el Arsenal. En su deseo por volver a jugar y ayudar al equipo antes de que terminara la temporada, el español acortó los plazos de recuperación para llegar a la última semana de la Premier League con la clasificación a la Champions en juego.

El Etihad se cayó cuando en el minuto 83, con el 2-0 en el marcador, Pep Guardiola dio entrada a Rodri en lugar de Erling Haaland. El gran artífice de los grandes éxitos del Manchester City por fin estaba de vuelta. Y es que gran parte de la ‘culpa’ de la aciaga temporada que ha realizado el club inglés radica en la lesión que sufrió un jugador capital en la sala de máquinas.

El madrileño es de esa clase de jugadores que tienen la capacidad para cambiar partidos y que también tiene un carácter de líder que tanto ha faltado en ese vestuario durante los últimos meses. No es de extrañar que Guardiola se aferre a él en busca de salvar una temporada de suspenso absoluto. El partido ante el Fulham será la última ‘final’ del equipo.

Ante el Bournemouth, era el primer partido en el que Rodri regresaba a una convocatoria después de la rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha. No estuvo presente el sábado en la final de la FA Cup y el equipo lo ‘pagó’ perdiendo la final ante el Crystal Palace.

El ‘annus horribilis’ 

El conjunto ‘Sky Blue’ parece haber perdido la identidad. Poco queda de aquel equipo arrollador que ha dominado con puño de hierro el fútbol inglés en el último lustro y eso que las piezas no han cambiado en exceso. Quizás es únicamente un mal año. Puede que sea el inicio del fin. El tiempo lo dirá, pero en el horizonte está la opción de firmar unos registros inauditos. Y no precisamente positivos.

Guardiola ha retornado de golpe y porrazo a su primer día como citizen. Y es que la 16-17 ha sido la única temporada en la que el entrenador de Sampedor no ha logrado levantar ningún título. Este curso ha perdido la Premier en favor del Liverpool, cayó en cuartos de final de la Copa de la Liga contra el Tottenham y su verdugo en la Champions fue el Real Madrid en el playoff. Una temporada para olvidar.

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