El Resurrection Fest ha publicado un comunicado este martes en el que se desvincula totalmente del fondo estadounidense KKR, con intereses proisarelíes y que recientemente se ha hecho con la propiedad de Supestruct Entertainment, empresa que se encarga de organizar muchos de los principales festivales del país.
Tras conocerse esta información, han sido muchos los grupos y artistas que han expresado su negativa a actuar en citas respaldadas por esta empresa.
Una actuación del pasado Resurrection Fest / Resurrection Fest
En este contexto, el festival que se celebra en Viveiro (Lugo) ha compartido en sus redes sociales un comunicado para «aclarar» las «graves acusaciones» que circulan en los últimos días y que, aseguran, no son «veraces».
Así, arrancan condenando la masacre al pueblo palestino y muestran su solidaridad con ellos en lo que califican de «crisis humanitaria». «Nos sumamos a las voces que piden el final de esta situación», destacan.
Además, niegan contundentemente que el festival «financie ninguna guerra». «Como muchos de los grandes festivales o eventos culturales por todo el mundo, además de las empresas locales que lo organizan, el festival tiene socios externos para poder asegurar su futuro en una industria cada vez más difícil y global«, explican.
En 2022, tras la pandemia, se asocian con la plataforma de festivales independientes Supestruct. Esta empresa, alegan, cuenta con diversidad de socios internacionales, «entre los que hace tan solo unos meses, se encuentra la empresa americana KKR, presente en cientos de empresas dentro y fuera de nuestro país».
«Resurrection Fest quiere dejar claro que no está vinculado a ninguna acción de los posibles inversores de sus socios, distanciándonos de ellos y sus acciones», remarcan, asegurando que el festival «se mantiene independiente a ellos y estos no tienen ningún tipo de control sobre la gestión del mismo».
En esta línea, recuerdan que detrás del festival hay empresas gallegas que «mantienen total autonomía en su gestión y toma de decisiones desde su fundación hasta el día de hoy, integrado por un equipo de más de 1.000 trabajadores directos, proveedores locales, artistas, y público originario de más de 40 países, cuyo impacto cultural y social en la región y en todo el país es innegable«.