En un mundo donde la modernidad avanza a ritmo vertiginoso, el patrimonio cultural se erige como una brújula que nos conecta con nuestra historia y define nuestra identidad colectiva. Monumentos, esculturas y obras urbanas no solo embellecen las ciudades, sino que actúan como testigos silenciosos de épocas pasadas, símbolos de memoria compartida y expresión de valores comunes. Sin embargo, su conservación no es tarea sencilla. Expuestos al paso del tiempo, a las inclemencias del clima e incluso a actos vandálicos, requieren de una atención constante, técnica y especializada.
En este contexto, los servicios de restauración se convierten en guardianes imprescindibles del legado artístico. Su trabajo va mucho más allá de la reparación material: implica investigación histórica, sensibilidad artística y, cada vez más, el dominio de tecnologías avanzadas. Así lo demuestra la Diputación de Castellón, que en la edición 2025 de la Feria de Arte Contemporáneo MARTE presenta un innovador proyecto de recuperación escultórica que aúna ciencia, arte y compromiso público.
Intervención urbana
Bajo el título La tecnología como herramienta de salvaguarda del patrimonio, el Servicio de Restauración de la Diputación muestra un caso paradigmático de intervención en arte urbano, centrado en la escultura La Paz, obra del escultor castellonense Juan Bautista Adsuara Ramos (1891-1973), ubicada en la plaza María Agustina de la capital de la Plana. El proyecto fue dirigido por el restaurador de pintura Juan Pérez-Miralles, responsable de Grandes Formatos y especialista en fotografía científica, en colaboración con Pilar Juárez.
Imagen del proceso de modelado en 3D y resina para restaurar la pieza de la escultura ‘La Paz’. / MEDITERRÁNEO
La intervención surgió tras la desaparición de un elemento clave de la escultura: la paloma que sostenía la figura, perdida a raíz de un acto vandálico. Lo que podría haber quedado como una mutilación permanente de la obra derivó en un proceso riguroso de recuperación que demuestra cómo la tecnología puede actuar al servicio del arte.
El equipo comenzó por recopilar documentación fotográfica histórica y analizar el boceto original conservado en el Museu de Belles Arts, que también carecía del elemento desaparecido. A partir de ahí, se llevó a cabo la digitalización de la mano de la escultura, seguida de una reproducción en resina a escala real, que sirvió de base para modelar en barro la figura de la paloma. Este proceso, que implicó un cuidadoso análisis de proporciones y referencias visuales, permitió elaborar una réplica precisa.
El modelo resultante fue escaneado en 3D para fabricar un molde, y finalmente se creó una réplica en polvo de mármol, ya integrada en la escultura original. Dada su ubicación en la vía pública, la intervención contó con el apoyo del Ayuntamiento de Castelló, los bomberos y la propia Diputación.
Más que una restauración
El objetivo principal del proyecto no es solo restaurar una obra dañada, sino evidenciar cómo las nuevas tecnologías ofrecen herramientas eficaces para documentar, preservar y reproducir fielmente el patrimonio, garantizando su integridad y autenticidad. Al mismo tiempo, se pretende visibilizar el valioso y a menudo ignorado arte urbano de Castelló, compuesto por esculturas de gran valor repartidas en calles y plazas de la ciudad.
La Feria MARTE, que puede visitarse del 23 al 25 de mayo con entrada gratuita, se convierte así en un espacio donde el arte contemporáneo dialoga con la restauración patrimonial, mostrando al público cómo la tecnología no solo mira al futuro, sino que también puede proteger y honrar el pasado.