FC-31 chino avanza como caza furtivo para portaviones

El FC-31 de China, ahora J-35, se consolida como caza furtivo para portaviones, con diseño avanzado y capacidades navales.

FC-31 evoluciona a J-35 para dominar portaaviones

El Shenyang FC-31, conocido también como J-35, emerge como un pilar clave en la modernización naval de China. Este caza furtivo de quinta generación, desarrollado por Shenyang Aircraft Corporation (SAC), ha captado la atención global tras su adaptación para operaciones en portaviones. En octubre de 2021, el prototipo naval del J-35 realizó su primer vuelo, equipado con una barra de lanzamiento para catapulta y alas plegables, diseñadas para operar en el portaviones Tipo 003, equipado con un sistema de catapulta electromagnética. Este avance posiciona a la Marina del Ejército Popular de Liberación (PLAN) como una fuerza capaz de proyectar poder aéreo con tecnología furtiva, rivalizando con el F-35C de Estados Unidos.

El FC-31 comenzó como un demostrador tecnológico financiado privadamente por SAC, sin un encargo militar inicial. Su primer prototipo, registrado como 31001, voló el 31 de octubre de 2012, mostrando características furtivas como un diseño de baja sección transversal de radar (RCS) y toberas de motor en forma de S para ocultar las palas del motor. En noviembre de 2012, se presentó oficialmente en el Zhuhai Airshow, bajo la designación FC-31, enfocada inicialmente en el mercado de exportación para competir con el F-35 en países sin acceso al programa estadounidense. Sin embargo, la falta de compradores extranjeros llevó a SAC a reorientar el proyecto hacia las necesidades domésticas, especialmente para la PLAN.

En 2015, el diseñador jefe del FC-31Sun Cong, sugirió que este caza reemplazaría al Shenyang J-15, un avión de cuarta generación basado en el Su-33 ruso, en los portaviones chinos. La transición hacia el J-35 marcó un hito, con modificaciones específicas para operaciones navales, incluyendo un tren de aterrizaje reforzado con ruedas gemelas en el morro, un gancho de apontaje y una estructura optimizada para el entorno marítimo. En julio de 2021, un modelo del FC-31 con bahía de armas abierta se exhibió en el Shenyang Aircraft Corporation Expo Park, revelando su capacidad para portar misiles PL-15, similares a los del J-20.

El J-35 naval incorpora un radar de barrido electrónico activo (AESAKLJ-7A, comparable al AN/APG-81 del F-35, y un sistema de búsqueda y seguimiento infrarrojo (IRSTEOTS-86, montado bajo el morro. Estas tecnologías permiten al caza detectar y atacar objetivos navales y aéreos con alta precisión, incluso en condiciones de baja visibilidad. Además, su diseño furtivo incluye bordes serrados en las toberas de escape y un reflector de radar (Luneburg lens) para ocultar su firma en operaciones no críticas. Estas características lo convierten en un complemento ideal para el J-15, que seguirá enfocado en misiones de ataque a superficie, mientras el J-35 asumirá roles de superioridad aérea.

El caza furtivo FC-31 de China: Una mala copia del F-35
FC-31

Datos clave del FC-31/J-35 para operaciones navales

  • Primer vuelo: 31 de octubre de 2012 (FC-31); 29 de octubre de 2021 (J-35 naval).
  • Velocidad máxima: Mach 1.8 (aproximadamente 2,205 km/h).
  • Alcance: Más de 2,000 km con tanques externos; 2,160 millas náuticas según algunas fuentes.
  • Armamento: Bahías internas para misiles PL-15; hasta 2,268 kg de carga útil.
  • Tecnología furtiva: Reducción de RCS mediante toberas en S y bordes alineados.
  • Portaviones objetivo: Tipo 003 (Fujian), con catapulta electromagnética.

J-35 fortalece la proyección naval china

La aparición de un modelo del FC-31 en una réplica de portaviones en Wuhan en 2021 confirmó las intenciones de la PLAN de integrar este caza en sus operaciones navales. La instalación de Wuhan, utilizada para pruebas electromagnéticas y de compatibilidad, ha sido clave para validar diseños de sistemas navales, incluyendo el J-15 y el avión de alerta temprana KJ-600. La presencia del FC-31 en este sitio, junto a maquetas de J-15 y helicópteros Z-18, subrayó su rol como futuro componente de las alas aéreas de los portaviones chinos.

El J-35 está diseñado para operar no solo en el Tipo 003 (Fujian), sino también en los portaviones existentes Liaoning y Shandong, que utilizan rampas de despegue (STOBAR). Aunque su carga útil en estas naves sería limitada debido a la ausencia de catapultas, su capacidad furtiva le permite despegar con combustible interno completo y armamento en bahías internas, maximizando su sigilo. Analistas estiman que el J-35 entrará en servicio entre 2026 y 2027, coincidiendo con la operatividad plena del Fujian, lo que permitirá a China desplegar un ala aérea de quinta generación en el mar.

El desarrollo del FC-31 ha enfrentado desafíos, especialmente en el ámbito de los motores. Los prototipos iniciales usaron motores RD-93 rusos, pero China planea integrar el motor WS-13 de producción nacional, aunque su rendimiento aún no iguala a los motores occidentales como el Pratt & Whitney F135 del F-35. Esta limitación podría afectar la maniobrabilidad y el alcance del J-35, aunque mejoras recientes en la tecnología de motores chinos sugieren avances significativos. Además, el diseño del J-35 incorpora lecciones de los prototipos del FC-31, incluyendo una estructura más ligera mediante técnicas de fabricación aditiva y una configuración aerodinámica refinada con estabilizadores verticales más pequeños.

¿Clon del F-35? Aparecen nuevas imágenes del caza furtivo chino J-35
CC BY-SA 4.0 / Danny Yu / Shenyang FC-31 (F60) en el Salón Aeronáutico de Zhuhai 2014

El J-35 no solo está destinado a la PLAN, sino que también tiene una variante terrestre, la J-35A, diseñada para la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF). Esta versión, con un tren de aterrizaje de rueda simple y un área alar reducida, comparte la plataforma del J-35 naval, facilitando operaciones conjuntas entre servicios. En enero de 2024, Pakistán anunció planes para adquirir el FC-31, lo que podría impulsar su producción en serie y abrir mercados en países no alineados con Estados Unidos. Esta dualidad entre aplicaciones navales y terrestres refleja la versatilidad del diseño y su potencial para fortalecer las capacidades militares chinas.

Contexto estratégico de la modernización naval

La adopción del J-35 se enmarca en la ambiciosa expansión naval de China, que incluye la construcción de al menos tres portaviones, con proyecciones de hasta seis en el futuro. El Fujian, el tercer portaviones, representa un salto tecnológico con su sistema de catapulta electromagnética, que permite lanzar aviones más pesados y con mayor carga útil que las rampas de los Liaoning y Shandong. La integración del J-35 en estas plataformas fortalecerá la capacidad de la PLAN para proyectar poder en el Indo-Pacífico, especialmente en disputas territoriales en el Mar de China Meridional y el Mar de China Oriental.

El FC-31 ha sido comparado frecuentemente con el F-35, y reportes como el de la U.S.-China Economic and Security Review Commission de 2014 sugieren que su diseño pudo beneficiarse de información obtenida de programas estadounidenses. Sin embargo, expertos como Fu Qianshao argumentan que el J-35 es un desarrollo autóctono adaptado a las necesidades específicas de China, con un enfoque en la complementariedad con el J-15 para formar un ala aérea versátil. Mientras el J-15 se especializa en ataques a superficie, el J-35 ofrece capacidades furtivas para misiones de superioridad aérea y ataques de precisión contra objetivos navales.

El programa del FC-31/J-35 también refleja los esfuerzos de China por cerrar la brecha tecnológica con potencias navales como Estados Unidos. Aunque el J-35 no iguala aún al F-35 en términos de integración de sistemas o madurez tecnológica, su despliegue en portaviones representa un avance significativo. La PLAN está desarrollando simultáneamente otros sistemas, como el avión de alerta temprana KJ-600, que complementará al J-35 en operaciones de largo alcance. Este enfoque integral busca crear una fuerza naval capaz de competir con las marinas más avanzadas del mundo.

El impacto del J-35 se extiende más allá de China. Su potencial exportación, especialmente a países como Pakistán, podría alterar el equilibrio militar en regiones estratégicas. Además, la capacidad de operar desde portaviones posiciona a la PLAN como una fuerza de proyección global, capaz de desafiar la supremacía aérea en el Indo-Pacífico. A medida que el Fujian y futuros portaviones entren en servicio, el J-35 será un componente crítico de la estrategia naval china, consolidando su transición hacia una marina de aguas azules.

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