La categoría de Moto3, cuna de campeones del mundo como Álex Márquez, Pedro Acosta, Jorge Martín, Maverick Viñales y Joan Mir, se prepara para una importante transformación de cara al futuro. Desde su debut en 2012 en el Mundial de Motociclismo, esta cilindrada ha servido como plataforma de acceso al Campeonato y trampolín hacia Moto2 y MotoGP. Sin embargo, los planes ya están en marcha para modificar las características técnicas de esta clase, que en su día sustituyó a la mítica categoría de 125cc.
Las motos de 125cc, que formaron parte del campeonato desde 1949 hasta 2011, estaban equipadas con motores de dos tiempos y una cilindrada máxima de 125cc. Se caracterizaban por su ligereza, su agilidad en curvas y una conducción agresiva que exigía técnica y valentía. En 2012, Moto3 reemplazó a 125cc como la categoría pequeña del Mundial. Las nuevas motos pasaron a tener motores de cuatro tiempos, con una cilindrada de 250cc y un límite de 14.000 rpm.o.
Lee también
Lee también

Lee también

Desde entonces, Moto3 ha sido la primera parada de muchos de los grandes nombres del motociclismo moderno. En su primer año, el español Sandro Cortese se proclamó campeón del mundo. Le siguieron Maverick Viñales (2013), Álex Márquez (2014), Danny Kent (2015), Brad Binder (2016), Joan Mir (2017), Jorge Martín (2018), Lorenzo Dalla Porta (2019), Albert Arenas (2020), Pedro Acosta (2021), Izan Guevara (2022), Jaume Masià (2023) y David Alonso (2024). La categoría ha sido especialmente prolífica para el motociclismo español, que ha dominado con claridad en la última década.
Motos de serie y más cilindrada
Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna, ha confirmado en una reciente entrevista concedida a ‘GPOne’ que Moto3 se prepara para una revolución técnica en los próximos años. «Queremos aumentar la cilindrada de las Moto3 debido al mayor límite de edad y a la mayor estatura de los pilotos. Estamos hablando con varios fabricantes para que diseñen las nuevas motos», ha explicado el máximo responsable del campeonato.
Según Ezpeleta, una de las posibilidades que se barajan es dejar atrás el diseño de prototipos para dar paso a motos de serie adaptadas al campeonato. «Lo más probable es que optemos por motos de serie construidas por un fabricante. Pero las conversaciones aún no han terminado», puntualizó. Esta decisión respondería a un doble objetivo: mantener unos costes asumibles para los equipos más modestos y facilitar el salto de los pilotos a Moto2, donde la exigencia física y técnica es mayor.
El nuevo reglamento no se aplicará de inmediato. La fecha prevista para su entrada en vigor es la temporada 2028, lo que da margen tanto a Dorna como a los fabricantes implicados para definir los detalles técnicos y establecer una transición progresiva que no afecte al desarrollo de los jóvenes talentos.
Formar grandes campeones
Moto3 ha demostrado ser un terreno ideal para detectar y desarrollar a las futuras estrellas del motociclismo. Con parrillas muy nutridas, carreras igualadas y un nivel de competitividad altísimo, esta categoría ha exigido a los pilotos una evolución constante desde su debut en 2012. No es casualidad que nombres como Viñales, Mir, Márquez o Acosta hayan dado el salto a MotoGP con grandes expectativas y, en muchos casos, éxitos tempranos.
Los cambios que se avecinan pretenden preservar ese espíritu competitivo, adaptándolo a la realidad física y deportiva de los nuevos pilotos. La Moto3 de 2028 será distinta, pero su esencia como punto de partida hacia la gloria mundialista se mantendrá intacta.