La maquinaria de la dirección deportiva ya está en marcha para buscar el sexagesimo sexto entrenador de la historia de la Unión Deportiva y coja el relevo de Diego Martínez, que después del partido contra el Espanyol del sábado habrá puesto punto y final a su periplo de 32 encuentros profesionales dirigidos en el escuadrón insular sin haber convencido ni dejar una huella de cara al futuro más allá de ser el responsable del séptimo descenso a Segunda División de la historia del club.
En este sentido, la intención en las oficinas de Las Palmas es la de regresar a la fórmula que mejores resultados han dado en la época reciente de la institución. Un técnico que ostente un sello tiki-taka con el que las virtudes que se trabajan en la base puedan tener una continuidad en el primer equipo.
Estilo Setién y Pimienta
Por ende, más allá de que el próximo entrenador amarillo beba de la fuente del Cruyffismo y que prosiga una línea continuista desde Quique Setién y Xavi García Pimienta en la época reciente, los dos últimos técnicos que han tenido resultados óptimos con la UD, también se espera que sea alguien que apueste por la cantera.
Que le guste el toque y que cuente con gente de la casa. Esas son las dos premisas que se manejan en las altas esferas de Las Palmas y en ese camino hay un míster que está cobrando protagonismo en los últimos días, Miguel Ángel Ramírez Medina.
Al estratega grancanario, homónimo del presidente del club, se le ha podido ver por las entrañas del Estadio de Gran Canaria en los dos últimos partidos que ha disputado la UD como local.
Desde Siete Palmas
En el primero, contra el Rayo Vallecano, el míster criado en las paredes del Colegio Claret estuvo viendo el partido desde uno de los palcos de empresas; en el segundo, este pasado fin de semana en el que Las Palmas perdió contra el Leganés su ubicación fue distinta, apreció el encuentro desde la zona VIP, más centrado en el recinto.
Dos presencias en el Gran Canaria para ver a los que podrían ser sus jugadores la próxima temporada si así lo decretase la dirección deportiva y él aceptara las condiciones. Ya sabe el club que no tiene un cartel excesivamente elevado económicamente y volver a la Unión Deportiva es una opción que se maneja en su entorno.
La relación de Ramírez Medina con el departamente de captación y formación del club es idónea. Sus primeros pasos en el Claret tomaron mayor peso cuando ingresó en la cadena de filiales de la UD y coincidió con Manuel Rodríguez, Tonono, quien puede ser uno de sus valedores en el club.
Coincidió con los capitanes
En esa etapa, Miguel Ángel coincidió también con varios jugadores que hoy tienen un cariz relevante dentro del vestuario amarillo. Dirigió a Sandro Ramírez en el equipo Alevín C junto a Paco Lemes, uno de los estandartes sobre los que basar el proyecto para ascender la próxima temporada.
Pero no solo dirigió en su edad temprana al autor de nueve goles esta campaña en Primera División; también tuvo a sus ordenes a la plana mayor de capitanes de la Unión Deportiva.
«A un técnico canario le resulta difícil entrenar a la UD;no sé hasta que punto mi gente soportaría la presión»
Benito Ramírez y Álex Suárez estuvieron a las órdenes del equipo cadete de un Ramírez que ya conoce a la perfección las entrañas de un club del que tampoco se desligó comunicativamente al mantener la relación con Kirian Rodríguez, Eric Curbelo o JonathanViera, otro de los que sobrevuela su nombre como futurible.
En 2023, con dudas
Cuestionado sobre si le gustaría dirigir a Las Palmas en un futuro en una entrevista en marzo de 2023 cuando entrenaba al Sporting, su respuesta fue: «No lo tengo claro. Le va a resultar muy difícil a un entrenador canario entrenar a la UD. Creo que para lo bueno, sería fabuloso. Pero en lo malo, no sé hasta qué punto estoy dispuesto que mi gente soporte la presión que conlleva esa responsabilidad».
Aun así, solo son condicionantes que podrían facilitar el acuerdo entre las dos partes en un proceso que todavía no está abierto porque todavía falta por acabar la temporada y respetando al entrenador de la UD actual, Diego Martínez.