A partir de los 60 años, muchas personas descubren que la felicidad no es una casualidad, sino el resultado de decisiones conscientes y hábitos saludables. Diversos estudios y expertos coinciden en que adoptar ciertas prácticas puede mejorar significativamente el bienestar en esta etapa de la vida. A continuación, se presentan ocho hábitos que las personas mayores de 60 años suelen incorporar para vivir con mayor plenitud.
1. Mantener relaciones sociales activas
Las conexiones sociales sólidas son fundamentales para el bienestar emocional y físico. Según el Estudio de Desarrollo Adulto de Harvard, las relaciones cercanas y de calidad son uno de los factores más importantes para una vida feliz y saludable en la vejez.
2. Practicar la gratitud diariamente
Cultivar una actitud de agradecimiento ayuda a enfocarse en los aspectos positivos de la vida, reduciendo el estrés y aumentando la satisfacción general. La gratitud se asocia con una mejor salud mental y una mayor resiliencia frente a las adversidades.
3. Cuidar la salud física
Mantener una rutina de ejercicio regular, una alimentación equilibrada y chequeos médicos periódicos contribuye a una mejor calidad de vida. El yoga, por ejemplo, es altamente recomendado para personas mayores de 60 años debido a sus beneficios físicos y mentales.
4. Abandonar el resentimiento
Liberarse de rencores y perdonar a quienes nos han hecho daño permite vivir con mayor paz interior. El resentimiento prolongado puede afectar negativamente la salud emocional y física.
5. Mantener la mente activa
Participar en actividades que estimulen el cerebro, como leer, aprender nuevas habilidades o resolver acertijos, ayuda a mantener la agudeza mental y prevenir el deterioro cognitivo. Programas como los talleres para jubilados en Lorca ofrecen oportunidades para mantenerse mentalmente activos.
6. Evitar comparaciones con el pasado
Aceptar el presente y adaptarse a los cambios que trae la edad permite disfrutar más plenamente de la vida actual. Vivir anclado en el pasado puede generar insatisfacción y tristeza.
7. Desarrollar la inteligencia emocional
Aprender a reconocer y gestionar las propias emociones facilita una mejor adaptación a las circunstancias de la vida. La inteligencia emocional se ha identificado como un factor clave para la salud mental en la adultez tardía.
8. Participar en actividades significativas
Involucrarse en actividades que proporcionen un sentido de propósito, como el voluntariado o proyectos comunitarios, puede aumentar la satisfacción y el bienestar general. El proyecto de huertos ecológicos para personas mayores en el Instituto INEA es un ejemplo de cómo estas actividades pueden beneficiar a los adultos mayores.
Adoptar estos hábitos no solo mejora la calidad de vida, sino que también contribuye a una vejez más feliz y plena.