El final de temporada en Son Moix ha emborronado parte de la campaña. Lo que en la primera vuelta con 30 puntos era un subidón para el mallorquinismo ha acabado como el rosario de la aurora y el que diga lo contrario, miente.
Los bermellones han ganado de locales esta temporada 7 de 19 partidos.
El Getafe llegaba a la isla tras seis derrotas consecutivas y cinco partidos sin marcar y anota dos goles y se lleva la victoria.
La grada canta ¡¡¡estamos de vacaciones!!! Y la grada de animación se va del estadio tras el 0-2.
Larin celebra su gol mandando callar a los seguidores mallorquinistas y la situación se agrava a la finalización del partido, cuando el Mallorca quiso hacer durante el tiempo añadido lo que no había hecho en todo el partido.
El mensaje del club exigiendo la permanencia caló hondo en el vestuario, y a partir de una puntuación factible para ese objetivo, el resto ha sido este: en plena lucha por Europa, cuatro derrotas en cinco partidos y con una sensación de dejadez muy visible.
En plena lucha por Europa, cuatro derrotas en cinco partidos y con una sensación de dejadez muy visible
Y todo esto es una lástima después de cómo había sido la primera vuelta, con sus aciertos y errores, y una pena para el entrenador Jagoba Arrasate, que estaba más ilusionado por Europa que nadie de puertas hacia adentro.
El partido en Vallecas ya es intrascendente para el Mallorca. Será un Ilusión-Trámite, sin más.
Y atención al divorcio entre el equipo y la afición.
Suscríbete para seguir leyendo