La
Plaza de San Pedro ha vivido este domingo, 18 de mayo, una jornada
histórica con la misa de inicio del pontificado de León XIV, el
nuevo obispo de Roma, el primero de nacionalidad americana y
agustino.
Ante
los miles de fieles congregados y representantes de más de 150
delegaciones internacionales, el Pontífice ha pronunciado su homilía
en la que llama a construir una Iglesia unida, misionera y fundada en
el amor de Dios.
La
ceremonia comenzaba en la cripta de la basílica vaticana, donde León
XIV reza ante la tumba de San Pedro, acompañado por los patriarcas
de las Iglesias católicas de rito oriental. A continuación, tuvo
lugar la solemne procesión, en la que el Santo Padre salía a la
plaza de San Pedro, la misma que minutos antes había recorrido en ‘papamóvil’ por primera vez pasa saludar a los presentes y mostrando
gestos de cercanía y afecto, y rodeado de una veintena de miembros
de la gendarmería vaticana.
Uno
de los momentos más significativos de la misa fue la imposición del
Palio y la entrega del Anillo del Pescador. El cardenal protodiácono,
Dominique Manberti, colocó sobre los hombros de Robert Prevost el
Palio, una estola tejida con lana de ovejas y corderos con cinco
cruces rojas, que simboliza al Buen Pastor que carga sobre sus
hombros a la oveja perdida.
A
continuación, le fue entregado el anillo del Pescador y colocado por
el cardenal Tagle,
que representa la autoridad apostólica de Pedro y
lleva grabada su imagen con las llaves y las redes. En
su interior aparece la inscripción León XIV. El Papa
lo llevará hasta el final de su pontificado, cuando el camarlengo lo
retirará y lo anulará, como símbolo del fin de su misión.
El
recuerdo de León XIV al Papa Francisco
En su homilía, el Papa León XIV comenzó
recordando las palabras de san Agustín “Nos
has hecho para ti, Señor, y nuestro corazón está inquieto hasta
que descanse en ti”, para acto seguido recalcar que la muerte de su
antecesor, Francisco, llenó de tristeza los corazones del mundo,
reconociendo que en esos momentos de incertidumbre, el pueblo de Dios
se sintió como “ovejas que no tienen pastor”.

Sin embargo, ha destacado que la luz de la Pascua
permitió afrontar ese dolor con esperanza: “Recibimos su última
bendición el mismo día de la Resurrección, y en esa luz afrontamos
ese momento con la certeza de que el Señor nunca abandona a su
pueblo”.
El Papa llama a todos los bautizados a ser “piedra viva” del edificio de Dios
El
obispo de Roma ha mostrado su humildad al manifestar que su elección
por parte de los cardenales en el cónclave no tuvo ningún mérito,
señalando que “con
temor y trepidación, vengo a ustedes como un hermano que quiere
hacerse siervo de su fe y de su alegría”, y haciendo hincapié en
el valor de la caridad como base del ministerio
petrino: “La verdadera autoridad es la caridad de Cristo. No se
trata de atrapar a los demás con sometimientos o poder, sino siempre
y solamente de amar como lo hizo Jesús”.
Robert Prevost también ha hecho énfasis en el
papel de cada bautizado como “piedra viva” del edificio de Dios,
apelando así a la corresponsabilidad de los laicos en el gobierno de
la Iglesia: “Todos hemos sido llamados a construir la Iglesia en la
armonía del Espíritu y la convivencia de las diferencias”.

León XIV, ante las tensiones mundiales:
“Caminemos unidos entre nosotros”
Aludiendo directamente a la actualidad del mundo,
León XIV no ha rehuido a los desafíos: “En nuestro tiempo, vemos
aún demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la
violencia, los prejuicios… Y nosotros queremos ser una pequeña
levadura de unidad, de comunión y de fraternidad”.
En este sentido, el Pontífice estadounidense hizo
un llamado al diálogo con otras Iglesias y religiones: “Caminemos
unidos entre nosotros, pero también con las Iglesias cristianas
hermanas, con quienes transitan otros caminos religiosos, con
aquellos que cultivan la inquietud de la búsqueda de Dios, con todas
las mujeres y los hombres de buena voluntad”.
Los Reyes de España encabezan la delegación
española
Los
Reyes de España han encabezado la delegación española en la misa
de inicio de Pontificado de León XIV. El monarca ha vestido de
uniforme de gran etiqueta y la reina Letizia de blanco y con mantilla
del mismo color, en virtud de un privilegio vaticano del que
disfrutan las reinas católicas, frente al negro que deben portar la
mayoría de las invitadas, y cubre su cabeza con una mantilla del
mismo color.

Reyes
A
su llegada, los reyes han saludado a otros representantes de las
delegaciones internacionales, entre ellos el presidente ucraniano,
Vlodomir Zelenski, los príncipes Alberto y Charlene de Mónaco, y a
la reina Máxima de Holanda.
Felipe
VI y Letizia están situados junto a las delegaciones de Emiratos
Árabes y los grandes duques de Luxemburgo. El orden protocolario
establecido en esta ocasión para la colocación de las delegaciones
ha sido: Andorra, Bélgica, Emiratos Árabes, España, Lienchestein,
Luxemburgo, Mónaco, Orden de Malta y Países Bajos.
En
filas posteriores se ha sentado el resto de la delegación española,
que componen la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de
Hacienda, María Jesús Montero; la vicepresidenta segunda y ministra
de Trabajo, Yolanda Díaz; el ministro de la Presidencia, Justicia y
Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, así como el presidente
del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.

El
presidente, el vicepresidente y el secretario general de la
Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, el cardenal José
Cobo y Francisco César García Magán, respectivamente, han
participado en la celebración eucarística por el inicio del
ministerio petrino del obispo de Roma.