Pasapalabra arrasa una vez más en pantalla y lo convierte en líder de su franja horaria con más de 1,6 millones de seguidores de media y lo sitúa a más de 12,2 puntos de sus competidores.
Los datos han sido ofrecidos por Atresmedia Comunicación, que aplaude la audiencia conseguida por uno de los concursos más veteranos de la televisión en España que, a pesar de los años que tiene, sigue batiendo récords y congregando cada tarde a millones de personas para ver y asistir en primera persona al desenlace del programa, donde el premio supera el millón y medio de euros.
Sorpresa en el rosco de Pasapalabra
En el último programa la sorpresa llegó en el rosco, cuando los dos concursantes, Rosa y Manu, tuvieron que enfrentarse una vez más a las 25 definiciones que podían concederles la gloria de ser uno de los ganadores del bote de Pasapalabra o condenarles al ostracismo de haber perdido el gran premio.
En la actualidad, el bote de Pasapalabra acumula cerca de 1,6 millones de euros y, cada día que pasa, sigue su ascenso imparable a razón de 6.000 euros por jornada transcurrida. En esta ocasión, la prueba la empezó Manu, puesto que era quien más tiempo extra había conseguido en los juegos previos.
La entrada del madrileño, sin embargo, no fue triunfal, ya que tuvo que pedir cambio de turno al poco de comenzar, sólo dos palabras después de dar inicio el rosco. Tanto él como su rival, Rosa, se mostraron muy prudentes a la hora de contestar a las preguntas y apenas encadenaron turnos largos de respuesta.
En concreto, Manu consiguió dos turnos de cinco aciertos consecutivos pero, a cambio, su ventaja se vio contrarrestada por otros dos turnos con 0 respuestas. Rosa, por su parte, logró un turno de 5 aciertos y dos de 4, aunque también se anotó uno de 0.
El desenlace del concurso
Fue Manu también quien llegó antes a la segunda vuelta. Lo hizo con 18 palabras correctas en su haber y, al poco, lo consiguió Rosa, también con idéntico número de aciertos. La batalla se centraba ahora en completar las definiciones que quedaban lo antes posible para acercarse cuanto antes al bote de Pasapalabra y tratar de llevárselo.
Manu fue especialmente cuidadoso y prefirió ser prudente y contestar poco a poco, mientras que Rosa optó por plantarse debido a que era consciente de que no sabía a ciencia cierta ninguna definición más. Así que la concursante decidió adoptar una postura más conservadora y asegurar los 22 aciertos que ya había conseguido. Toda la presión quedaba entonces para Manu, que debía conseguir al menos el mismo número de respuestas correctas que Rosa si quería empatar con ella y salvarse de la silla azul. El madrileño empezó a responder una pregunta tras otra hasta que llegó a la letra P. En su marcador, 21 aciertos y ante él, sólo una palabra para obtener el ansiado y a simple vista fácil empate.
Sin embargo, nada más responder, el plató quedó sobrecogido cuando escuchó cómo el presentador, Roberto Leal, daba al traste con las aspiraciones de Manu. «¡Nooooooo!», exclamó el sevillano. «¡No es correcto!«, con lo que se zanjaban los sueños del madrileño de poder empatar y, aún menos, ganar a Rosa en el rosco de Pasapalabra.
Así que el programa acabó ahí mismo porque el madrileño se había quedado sólo con 21 aciertos y un error frente a las 22 respuestas correctas de Rosa. Era matemáticamente imposible que pudiera superarla, sobre todo porque no tenía ni idea de las definiciones que aún estaban por resolver, así que, contra todo pronóstico, Rosa se erigió en flamante ganadora de Pasapalabra y se llevó el premio de ese día: los 1.200 euros que se embolsan los concursantes cada vez que ganan un rosco.
