“No es Nvidia, ni AMD… pero juega en su misma liga”. Así resume el analista independiente Adam Spatacco su visión sobre Broadcom, una compañía que, sin hacer tanto ruido como las grandes estrellas del universo de los chips, está posicionándose estratégicamente para aprovechar el nuevo superciclo de inversión en inteligencia artificial.
Y quizás, como los mejores jugadores, lo importante no es brillar siempre, sino aparecer en el momento justo.
EL ESCENARIO CAMBIA: DE LA CORRECCIÓN A LA OPORTUNIDAD
El arranque de 2025 no fue precisamente un paseo para los inversores. A mediados de abril, el Nasdaq acumulaba caídas de hasta el 21% y el S&P 500 retrocedía un 15%. Sin embargo, tras una batería de resultados empresariales más sólidos de lo esperado y el repliegue arancelario de Trump, los mercados han comenzado a recuperar el aliento. El Nasdaq ya solo retrocede un 3%, y el S&P 500 coquetea con el equilibrio anual.
En ese contexto, el sector de la inteligencia artificial ha vuelto a rugir. Los gigantes tecnológicos -Amazon, Alphabet, Microsoft y Meta- no solo han reafirmado sus planes de gasto en infraestructura de IA, sino que incluso algunos, como Meta, han incrementado sus previsiones. Y ahí es donde entra Broadcom, un jugador menos visible pero no menos decisivo.
EL ARTE DEL SILICIO A MEDIDA
Broadcom no compite de frente con Nvidia en GPUs, pero ofrece algo que resulta igual de codiciado en los cuarteles generales de los ‘hyperscalers’: silicio personalizado. Diseñar chips a medida para las necesidades específicas de Amazon, Microsoft o Google no es solo una muestra de destreza tecnológica, sino una vía directa para subirse a la ola del gasto en IA, estimado este año en más de 300.000 millones de dólares entre los grandes actores del sector.
“La tendencia hacia el silicio personalizado es una puerta que Broadcom ha aprendido a abrir con solvencia”, apunta Spatacco, quien destaca que el propio director ejecutivo de la compañía, Hock Tan, admitió en la última conferencia de resultados que superaron objetivos gracias al “mayor volumen de envíos de soluciones de red a los ‘hyperscalers’”.
COMPRAR CUANDO COMPRA LA DIRECCIÓN
Pero más allá del componente operativo, hay un elemento que ha encendido las alarmas de los analistas: el movimiento corporativo del pasado abril. Broadcom anunció un programa de recompra de acciones por valor de 10.000 millones de dólares, vigente hasta finales de año.
“No es casualidad que este anuncio se hiciera justo cuando los resultados del sector sorprendían al alza y el optimismo inversor volvía al mercado”, comenta el citado experto. Para él, este movimiento no solo refleja confianza en el potencial del negocio, sino que también puede interpretarse como una apuesta estratégica de la dirección por un repunte en el valor de la acción en el segundo semestre del año.
ANTES DE LOS RESULTADOS DE JUNIO
El próximo gran hito para la compañía será el 5 de junio, fecha en la que Broadcom publicará sus resultados trimestrales. Para entonces, todos los pesos pesados de la tecnología —desde Nvidia hasta AMD y los ‘7 Magníficos’— habrán mostrado ya sus cartas. Y si, como espera Spatacco, el tono es optimista, es muy probable que Broadcom se beneficie de ese viento de cola.
“El mercado tiende a premiar a los valores que acompañan la narrativa dominante, y ahora esa narrativa es el crecimiento robusto en IA”, sostiene el analista. Si los resultados acompañan y el mercado se mantiene receptivo, no sería extraño ver a Broadcom entrar en el radar de muchos más inversores en las próximas semanas.
UNA PUERTA ABIERTA PARA LOS INVERSORES
Broadcom ha sabido moverse con inteligencia en un tablero que cambia a gran velocidad. Su combinación de exposición indirecta a los grandes despliegues de IA, capacidad de adaptación a medida y una apuesta clara de la dirección por su propio valor en bolsa, conforman un cóctel que muchos inversores podrían estar pasando por alto.
En palabras de Spatacco, “los grandes nombres del sector se llevan los titulares, pero en el terreno de juego real, los actores silenciosos como Broadcom están marcando goles cruciales”.
CONCLUSIÓN: LA FORTALEZA DE LO DISCRETO
En un mundo bursátil obsesionado con los focos, Broadcom representa la fuerza de lo discreto. No es el chip más ruidoso del mercado, pero sí uno de los más inteligentes. Y en el ajedrez tecnológico que define el futuro de la inteligencia artificial, puede que este jugador de perfil bajo tenga una jugada maestra entre manos.
Es por ello, que el mencionado economista lo tiene claro: «Broadcom es un título para incorporar ya nuestras carteras».