Durante los años que estuvo en activo ofreciendo a menores para que adultos abusaran de ellos en su domicilio del Raval de Barcelona, Teófilo L. M., el principal acusado por esta red de pederastia, fue acumulando contactos de hombres que acudían a su piso. Algunos de ellos repetían tras haber cometidos abusos sexuales a cambio de droga, dinero u otros regalos. Para tenerlos a todos reunidos, Teófilo creó un grupo de WhatApp con estos tipos en los que compartía imágenes e informaba de los menores a los que captaba.
Fue gracias a este chat que los investigadores de los Mossos d’Esquadra pudieron identificar a la mayoría de los 16 detenidos en la operación del pasado verano. La localización de este grupo y la declaración de las víctimas, que han reconocido a agresores, son las principales pruebas del Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona contra esta red: en la mayoría de los 250 vídeos presuntamente registrados por Teófilo entre 2016 y 2022 se veía a los adultos con la cara pixelada.
La menor de la DGAIA que tenía 12 años cuando comenzó a ser abusada no pudo reconocer a algunos de los procesados en el juzgado, aunque sí lo han hecho la media docena de víctimas que han declarado en los tres procedimientos judiciales abiertos. En este sentido, en el recurso que presentó ante la Audiencia de Barcelona otro de los implicados que permanece en prisión, L. A. H. B., se señala que él aparece en vídeos manteniendo relaciones sexuales con Teófilo y con la menor (hecho tipificado como agresión sexual, dado que 16 años es la edad mínima de consentimiento) en los que sí se le reconoce. «Otros investigados –añade el texto– están en libertad al no haber sido reconocidos por la joven, pese a que constan vídeos donde tienen la cara pixelada».
Riesgo de reiteración
El juzgado investiga a Teófilo y a L. A. H. B., ambos en prisión provisional, por abusar sexualmente a la vez de la menor tutelada el 17 de diciembre de 2020 en el domicilio del principal acusado. «Él daba las instrucciones precisas sobre cómo debía desarrollarse la relación sexual a fin de que la grabación en vídeo de la misma resultase a su completa satisfacción lúbrica», señala la Fiscalía.
En su recurso ante la Audiencia de Barcelona, que fue denegado, L. A. H. B. aseguraba que las relaciones fueron consentidas y que él desconocía la edad de la menor. Sin embargo, el tribunal señalaba que la persona violada era una «adolescente y no una joven adulta». Además, consideran que existe riesgo que este acusado y Teófilo reincidan en las agresiones sexuales a menores, por lo que los mantiene en prisión.
Ante la complejidad de la causa, la Fiscalía ha pedido prorrogar seis meses más la investigación de esta causa, ya que aún falta por aportar un informe final de los Mossos d’Esquadra sobre el terminal telefónico del principal acusado. En este procedimiento están acusados Teófilo, L. A. H. B. y otras nueve personas que permanece en libertad con medidas de alejamiento de la menor de la DGAIA y de otro menor que presuntamente también fue abusado y filmado por Teófilo en un encuentro en el que también estaba la principal víctima.
Difusión de pornografía
En el juzgado también hay otra causa abierta con otros cinco investigados acusados de pertenecer a esta red de pederastas. El visionado de los vídeos del principal permitieron identificar a otras seis víctimas. A los investigados se les acusa de agresión sexual, elaboración y tenencia de pornografía infantil y exhibición de pornografía a menor.
Para estos cinco investigados se han abierto otros procedimientos, de forma individual, después de que en sus dispositivos electrónicos se encontrara pornografía infantil diferente a la red de menores del Raval. Esta investigación se sigue en partidos judiciales diferentes, según el lugar de residencia de cada acusado, y se centra en esclarecer si difundieron material además de almacenarlo, lo que ya supone un delito.
Los Mossos están a la espera del resultado del análisis de más dispositivos electrónicos de los implicados en los que podrían aparecer más imágenes pedófilas. Una vez los tengan, presentarán las conclusiones al juzgado para determinar si se inician nuevas líneas de investigación.
Teófilo también se enfrenta a 107 años de cárcel por agredir sexualmente durante más de un año a la menor y ofrecerla a otros hombres a través de aplicaciones de citas y redes sociales. Todas las violaciones ocurrían en el mismo piso del acusado, ubicado en la calle de la Unió del Raval de Barcelona, que lo alquilaba para estas prácticas, y aprovechaba para grabar los encuentros y difundirlos. Fuentes judiciales remarcan que Teófilo presuntamente usó de gancho a la menor para tener relaciones sexuales con otros hombres.
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