Trump impulsa el caza F-55: ¿Un F-35 bimotor en el horizonte?

Donald Trump propone un F-35 bimotor llamado F-55 y un F-22 Super, generando debate sobre el futuro de los cazas de la Fuerza Aérea.

Trump anuncia el F-55 y F-22 Super en Qatar

El presidente Donald Trump anunció el 15 de mayo de 2025, durante un evento en Doha, Qatar, su interés en desarrollar una versión mejorada del caza F-35 Lightning II con dos motores, a la que denominó F-55. En el mismo evento, también mencionó una modernización del F-22 Raptor, apodada F-22 Super. Estas declaraciones, realizadas junto a líderes empresariales como Larry Culp, CEO de GE Aerospace, coincidieron con la firma de un contrato de 97.000 millones de dólares para la venta de aviones comerciales de Boeing a Qatar Airways. Trump expresó su preferencia por aviones bimotores, argumentando que un solo motor, como el del F-35, representa un riesgo si falla, y destacó la necesidad de obtener un “precio correcto” para el F-55.

Las declaraciones de Trump sorprendieron a la industria aeroespacial, ya que ni la Fuerza Aérea de Estados Unidos ni Lockheed Martin, fabricante del F-35 y F-22, han confirmado planes concretos para un F-35 bimotor o una versión específica llamada F-22 Super. La Fuerza Aérea remitió las consultas a la Casa Blanca, mientras que el Consejo de Seguridad Nacional y la Oficina del Programa Conjunto del F-35 (JPO) no respondieron a solicitudes de comentarios. Lockheed Martin, por su parte, expresó apoyo a la visión de Trump, pero evitó detalles, remitiendo preguntas a la Casa Blanca.

El anuncio del F-55 plantea interrogantes sobre su viabilidad técnica y económica. El F-35, un caza de quinta generación diseñado por Lockheed Martin, utiliza un solo motor Pratt & Whitney F135. Agregar un segundo motor implicaría un rediseño estructural significativo, aumentando el peso, reduciendo la maniobrabilidad y el alcance, y elevando los costos de desarrollo a decenas de miles de millones de dólares. Esto convertiría al F-55 en un avión prácticamente nuevo, potencialmente en competencia directa con el F-47, el caza de sexta generación que Boeing desarrolla bajo el programa Next Generation Air Dominance (NGAD).

El participante del Programa de Transición de Motor Adaptativo de GE Aviation, el motor XA100. Foto cortesía de GE.

El F-47, anunciado por Trump en marzo de 2025, representa un avance en tecnología de baja observabilidad, velocidad y capacidad de operar con drones autónomos. Con un costo estimado de 180 millones de dólares por unidad, el F-47 busca reemplazar al F-22 y asegurar la superioridad aérea frente a adversarios como China, que desarrolla su propio caza de sexta generación, el J-36. La victoria de Boeing sobre Lockheed Martin en el contrato NGAD marcó un cambio en la dinámica de la industria, tras décadas de dominio de Lockheed con los F-22 y F-35.

Datos clave sobre el F-55 y el futuro de los cazas

  • Propuesta de Trump: Un F-35 bimotor denominado F-55, con énfasis en mayor seguridad y capacidad, anunciado en Doha el 15 de mayo de 2025.
  • F-47 de Boeing: Caza de sexta generación con un alcance de combate superior a 1.000 millas, diseñado para operar con drones y tecnología avanzada de sigilo.
  • Motores F-35: El F135 de Pratt & Whitney es el único motor actual; el programa F136 de GE fue cancelado en 2011 por costos.
  • Actualización F-22: Incluye misiles AIM-260, sensores infrarrojos y tanques de combustible sigilosos, pero no se ha confirmado el nombre “F-22 Super”.
  • Costo estimado del F-47: 180 millones de dólares por unidad, frente a los 90 millones del F-35, lo que limita su exportación.

Desafíos técnicos y antecedentes del F-35 bimotor

La idea de un F-35 bimotor no es nueva, pero enfrenta obstáculos significativos. En los inicios del programa F-35, GE Aerospace desarrolló el motor F136 como alternativa al F135 de Pratt & Whitney, con la intención de establecer una competencia entre proveedores. Sin embargo, en 2011, el entonces secretario de Defensa Robert Gates y el Congreso cancelaron el F136, considerándolo un gasto innecesario, dejando al F135 como la única opción. Esta decisión ahorró costos a corto plazo, pero limitó la flexibilidad del programa.

Más recientemente, GE y Pratt desarrollaron los motores XA-100 y XA-101 bajo el programa Adaptive Engine Transition Program (AETP), diseñados para mejorar el alcance en un 30% y la aceleración en un 20%, además de reducir la firma térmica del F-35. Sin embargo, en 2023, el Pentágono descartó estos motores debido a su incompatibilidad con todas las variantes del F-35 (A, B y C) y a los altos costos de refinamiento, optando por una actualización más modesta del F135, conocida como Engine Core Upgrade (ECU). Esta decisión reflejó las limitaciones presupuestarias de la Fuerza Aérea, que priorizó el desarrollo del F-47.

Trump anuncia el F-55: una variante bimotor del F-35
Un F-35A Lightning II asignado a la 56ª Ala de Combate en Luke AFB, Arizona, realiza una carrera de ametrallamiento durante Haboob Havoc, el 29 de marzo de 2025, sobre Barry M. Goldwater Range, Arizona. (Crédito de la imagen: USAF/Aviadora senior Katelynn Jackson)

Actualmente, GE y Pratt compiten en el programa Next Generation Adaptive Propulsion (NGAP), con contratos de 3.500 millones de dólares cada uno, para desarrollar un motor adaptativo para el F-47. Este motor, más pequeño que los diseños AETP, no es directamente transferable al F-35, lo que complica aún más la propuesta de un F-55 bimotor. Un rediseño para incorporar dos motores requeriría una reingeniería extensiva, aumentando el peso y comprometiendo las características de sigilo y maniobrabilidad que definen al F-35.

El CEO de Lockheed Martin, Jim Taiclet, ha propuesto una versión mejorada del F-35, descrita como un “Ferrari” que ofrecería el 80% de las capacidades del F-47 a la mitad de su costo. Esta propuesta, presentada en abril de 2025, no incluye un diseño bimotor, sino mejoras en sensores, electrónica y capacidades de red, aprovechando tecnologías desarrolladas durante la competencia NGAD. La JPO calificó esta idea como “teórica”, y Lockheed evitó dar detalles específicos.

Modernización del F-22 y competencia global

Paralelamente, Trump expresó entusiasmo por modernizar el F-22, al que describió como “el avión de combate más hermoso del mundo”. El F-22, operativo desde 2005, recibe mejoras continuas, incluyendo misiles avanzados como el AIM-260 Joint Advanced Tactical Missile, cápsulas de búsqueda y seguimiento infrarrojo, tanques de combustible sigilosos y electrónica mejorada. Estas actualizaciones, impulsadas por la necesidad de contrarrestar cazas chinos como el J-20, no llevan el nombre oficial de “F-22 Super”, y la Fuerza Aérea no ha aclarado si adoptará esta denominación.

Trump afirmó que China ha copiado elementos del F-22 en sus cazas de quinta generación, pero aseguró que los motores y tecnologías estadounidenses son difíciles de replicar. Esta retórica refleja la creciente competencia aeroespacial con China, que ha intensificado el desarrollo de su J-36, un caza de sexta generación del que han circulado imágenes no verificadas en redes sociales. La dependencia de Estados Unidos de tierras raras chinas, esenciales para sistemas de defensa como los del F-35 (920 libras por avión), añade otra capa de complejidad. En abril de 2025, China impuso restricciones a la exportación de estos minerales en respuesta a aranceles de Trump, lo que podría afectar los programas F-35 y F-47.

El F-47, con un alcance de combate superior a 1.000 millas (el doble del F-22), está diseñado para operar en entornos de alta amenaza, como el Indo-Pacífico, donde la distancia y la velocidad son críticas. La Fuerza Aérea planea adquirir al menos 185 unidades, aunque su alto costo ha generado dudas sobre su exportación. Frank Kendall, exsecretario de la Fuerza Aérea, expresó en marzo de 2025 que aliados como Canadá y países europeos podrían evitar comprar el F-47 debido a su precio y preocupaciones sobre la política exterior de Trump.

El anuncio del F-55 y F-22 Super, aunque carente de detalles técnicos confirmados, subraya la prioridad de Trump por fortalecer la industria aeroespacial estadounidense. Sin embargo, la viabilidad de un F-35 bimotor enfrenta desafíos técnicos, financieros y estratégicos. Douglas Birkey, del Instituto Mitchell de Estudios Aeroespaciales, destacó la urgencia de modernizar la flota de cazas, que considera “demasiado vieja y pequeña” tras décadas de uso intensivo. Mientras la Fuerza Aérea avanza con el F-47 y las mejoras al F-22 y F-35, el concepto del F-55 permanece en el ámbito de la especulación, sin un respaldo claro de la industria o el Pentágono.

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