Solo 6 días después de lanzar lo que parecía un órdago al Ayuntamiento de Oviedo por la ciudad deportiva, con la petición oficial de dos emplazamientos como ciudad deportiva, el club celebraba un encuentro decisivo en el Tartiere, revelado en exclusiva por LA NUEVA ESPAÑA, para edificar su futura casa en otro concejo, en Siero. No es que estuviera jugando a dos bandas, más bien se trataba de una estrategia para tratar de endulzar las relaciones con el Ayuntamiento, una salida elegante para ambas instituciones, pero con la intención ya firme de que el hogar de la cantera se situaría sobre La Belga, un extenso paraje que, por encima de todo, ofrece unas condiciones fabulosas: son 170.000 metros cuadrados cuando el proyecto previo de La Manjoya era sobre 70.000; y cuesta menos de la mitad de los 2,5 millones que el club iba a poner por el terreno ovetense.
En esa hoja de ruta diseñada por el club para, a la tercera, acertar con la ubicación de su futuro hogar había otro paso previo. El que se cumplió ayer: dar por cerradas las alternativas en Oviedo. Se conoció a través de un comunicado, firmado por el Ayuntamiento y el club, en el que se califican de «inviables» las dos opciones pedidas por el Oviedo: Latores (mediante compra) y El Asturcón (por una concesión demanial).
«Los técnicos municipales han constatado que las dos alternativas presentadas por el Real Oviedo enfrentan serias dificultades técnicas y legales que las hacen inviables», dice el comunicado. El texto incide en que «tanto el Ayuntamiento como el Real Oviedo lamentan que no haya sido posible encontrar dentro del término municipal una ubicación adecuada para la ciudad deportiva. Ambas partes entienden que, ante esta realidad, el club debe valorar otras localizaciones que sí se ajusten a sus necesidades operativas y a su proyección futura». Es decir, el comunicado es un cierre amistoso de las negociaciones, una llamada a la paz tras el cruce de declaraciones y, también, la puerta abierta a la mudanza a Siero.
El Oviedo había intentando desde el primer momento quedarse en la capital, y así probó con Latores y La Manjoya. Pero la dilación de los plazos con el primero y la contaminación con el segundo echó al traste las dos opciones. Ahí creció la tensión entre las instituciones y, en plena guerra fría, nació una oportunidad irrechazable.
Un empresario asturiano que había aglutinado 370.000 metros cuadrados comprados finca a finca en La Belga, el corazón de Asturias, ofrecía una operación más que golosa. Como mediador ha intervenido Ángel García, Cepi, Alcalde de Siero, empeñado desde hace años en llevarse la ciudad deportiva. Todas las partes le señalan como clave en la operación. De las condiciones faltan por conocerse algunos detalles. Este periódico publicó que el club se haría con 170.000 metros cuadrados, más del doble que La Manjoya, que eran 70.000. En cuanto al precio, las partes mantienen el hermetismo mientras no esté todo firmado, pero será menos de la mitad de lo que costaba La Manjoya, o sea por debajo de 1,2 millones. Un chollo que el Oviedo no ha querido dejar pasar.
La prudencia marca aún los pasos de la operación, sobre todo tras las experiencias recientes, y pesa aún el hecho de que no se haya firmado ningún compromiso. Las partes tienen acordados todos los detalles, como que el club abonará de primeras una señal para lograr todos los permisos necesarios pero el pago definitivo de la compra está supeditado a resolver los trámites burocráticos. Faltan detalles por limar, pero la apuesta está decidida. Y la retirada del Ayuntamiento de Oviedo de la carrera confirma la dirección que toma la ciudad deportiva: se irá, si no fallan los planes por tercera vez, a Siero.
Así fue el comunicado del Ayuntamiento y el club
El Ayuntamiento de Oviedo y el Real Oviedo han abordado con espíritu de máxima colaboración el estudio de las dos alternativas que el club ha planteado para construir su ciudad deportiva en el municipio. Ambas instituciones han compartido desde el inicio la premisa de que la decisión final no dependía de criterios políticos sino de condiciones técnicas y legales, conforme al ordenamiento jurídico que rige el funcionamiento de las administraciones públicas. Tras un análisis riguroso de las opciones planteadas, los técnicos municipales han constatado que las dos alternativas presentadas por el Real Oviedo enfrentan serias dificultades técnicas y legales que las hacen inviables, por la complejidad de los procesos urbanísticos y administrativos que sería imprescindible realizar y por los plazos que el club maneja para construir unas instalaciones vitales para su funcionamiento y su futuro. Ante esta situación, tanto el Ayuntamiento como el Real Oviedo lamentan que no haya sido posible encontrar dentro del término municipal una ubicación adecuada para la ciudad deportiva. Ambas partes entienden que, ante esta realidad, el club debe valorar otras localizaciones que sí se ajusten a sus necesidades operativas y a su proyección futura. En cualquier caso, el Real Oviedo continuará siendo el símbolo deportivo de la ciudad y mantendrá su sede y actividad deportiva principal en Oviedo, independientemente de que la ciudad deportiva se ubique en otro municipio. En este contexto, tanto el Ayuntamiento como el Real Oviedo desean manifestar públicamente su agradecimiento mutuo por el trabajo realizado, así como su firme voluntad de mantener la excelente relación institucional que siempre ha caracterizado su interlocución y todas las actuales líneas de colaboración. En este sentido, el Ayuntamiento de Oviedo reitera su compromiso con el futuro del Real Oviedo, y el club expresa su gratitud por el apoyo que siempre ha recibido de la administración municipal. De la misma manera, el Ayuntamiento agradece al Grupo Pachuca, máximo accionista del club, su incuestionable apuesta por el presente y futuro de la entidad oviedista. El Real Oviedo decidirá próximamente cuál es la ubicación más adecuada para construir su ciudad deportiva, siempre con la vista puesta en el interés general de la entidad y de la afición. La prioridad compartida sigue siendo el bien del club y su arraigo en la ciudad.
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