Importante momento el que pasa el RC Deportivo. Tras cuatro años de mucho sufrimiento en Segunda B el equipo regresó el pasado curso con su ascenso a Segunda División. Como era de esperar, tras cuatro años alejado del fútbol profesional, a nivel económico y deportivo armaría una plantilla modesta para la categoría dentro de lo que es en sí el club gallego, uno de los grandes de España.
Quien se esperara un proyecto de ascenso, así de primeras, estaba equivocado. En Riazor se vivió un verano de muchos cambios. Mucho refuerzo y alguna que otra salida dolorosa con el fin de adaptarse a su nueva realidad en el fútbol de plata. El comienzo no ha sido fácil. De hecho, el equipo lleva en zona peligrosa -coqueteando con el descenso o en el mismo- desde el inicio, y si bien todavía queda mucho por el camino ya se ha producido una baja sensible. De las que duelen para la afición. El cese de Imanol Idiákez.
El técnico que tomó las riendas y fue capaz de devolver al equipo gallego al fútbol de plata fue cesado de su cargo a finales del mes de octubre. Con solo dos victorias, cuatro empates y seis derrotas (primeros 12 partidos) y con el equipo de A Coruña en posiciones de descenso. Tocaba tomar una dura decisión por el bien del equipo. El consejo de administración decidió echarlo y apostar por Óscar Gilsanz, entrenador sin experiencia en la élite pero con una larga trayectoria en las inferiores de la entidad.
El futuro de Yeremay Hernández en Riazor
Desde el inicio del curso, él es la refernncia del Deportivo. A sus 21 años, desparpajo y talento le sobran. También valentía. Es uno de los jugadores con mayor porcentaje de regate con éxito efectuado de las grandes ligas. Y está llamado a dar un salto a Primera más pronto que tarde. Evidentemente su puesta en escena en el fútbol profesional no pasó desapercibida y pronto fue llamado a filas para la Sub-21 de España.
Llegados a esta altura, Yeremay está haciendo números incluso para desbancar a Lucas como estrella del equipo. Por proyección y porque el veterano delantero es conocedor de que poco a poco será momento de dar un paso al lado y dejar paso definitivamente a las esperanzadoras generaciones venideras.
Ahí está el canario, que puede ejercer como extremo por ambas bandas e incluso jugar como mediocentro ofensivo. Una especie de segunda punta. Con contrato hasta 2030, su futuro en Riazor no debería ser motivo de preocupación, pero sus números le colocan como futurible en diferentes despachos del fútbol español. Sus números y su valor de mercado/proyección. Valorado en 1.5 millones de euros, con 21 años todavía tiene un margen de mejora bestial y eso es motivo de interés generalizado.
Canterano del Real Madrid, Yeremay llegó al Deportivo en edad juvenil. Desde entonces ha venido pisando fuerte y en su irrupción en el fútbol profesional suma, en este curso complicado para el equipo a nivel colectivo, 11 goles y 4 asistencias siendo extremo y solo en 30 partidos.
La venta de Yeremay al Sevilla: García Pimienta da el ‘ok’
Entre las opciones, la que más destaca es la del Sevilla FC. Un equipo en una situación ‘similar’ a la del Deportivo a nivel deportivo este curso. Las cosas no están saliendo como se esperaba en Nervión y García Pimienta, entrenador del cuadro hispalense, ha pedido diferentes fichajes para reforzar el equipo. Entre la lista de deseos estaría, tal y como publicó Estadio Deportivo, Yeremay. Un perfil de jugador que encaja en el Sánchez Pizjuán y un jugador de nervio, energía y talento que aportaría esa frescura y brillo ahora más necesario que nunca en Nervión.
Hacíamos una comparación entre Depor y Sevilla, dos equipos que no han empezado bien el curso, pero evidentemente hay una diferencia bastante notable. El cuadro andaluz está en Primera y pese a no disputar competición europea está llamado a hacerlo, siendo siempre uno de los favoritos al top-8 de la competición en el inicio del curso. De hecho, es uno de los objetivos retornar cuanto antes a puestos de Conference, Europa o Champions League porque la viabilidad económica del proyecto hispalense solo se sostiene así.
En este contexto, sería obviamente dar un salto en la trayectoria de Yeremay. Poco o nada tendría que hacer el Deportivo para retener a su estrella. Podría remitirse el club a su cláusula, fijada en torno a los 20 millones, pero la realidad económica de la entidad y el deseo del futbolista le obligarían a negociar a la baja. Partiendo de ese millón y medio de valor de mercado actual. De ahí para arriba para negociar… una venta que poco a poco parece más encarrilada.