«Hay que soñar en grande». Esa es la frase que se ha dejado oír en la kilométrica fila que recorrería este viernes el campus universitario de Zaragoza. Porque si algo ha demostrado Operación Triunfo a lo largo de sus trece ediciones anteriores es la capacidad de hacer realidad el sueño de 16 jóvenes talentos musicales. Los castings para la décimo cuarta edición del famoso concurso televisivo han hecho parada este viernes en el pabellón deportivo de la Universidad de Zaragoza, donde miles de jóvenes se han dado cita para demostrar su dote como cantantes ante Noemí Galera y el resto de profesores.
Los nervios y la ilusión han hecho acto de presencia mucho antes de que a las 10.00 horas se abrieran las puertas del pabellón deportivo universitario. Los más madrugadores se han presentado en el campus en torno a las 7.00 horas de la mañana con la idea de ser los primeros en demostrar su capacidad vocal. La fila, cada vez más extensa conforme pasaban los minutos, alcanzaba a dar media vuelta a la pista de atletismo, donde los más animados amenizaban la espera realizando una previa de lo que sería su actuación ante el exigente profesorado.
Habilidad y desparpajo
En el interior del pabellón, las caras de muchos jóvenes pasaban de la ilusión a la concentración. Tan solo unos metros separaban a los aspirantes de los tres rigurosos pero amables profesores. Una de ellas, Noemí Galera, la directora de la Academia y cara más visible del programa. Sin música y con apenas unos segundos de tiempo, los triunfitos debían convencer con su habilidad y desparpajo de tener lo necesario como para pasar a la siguiente fase del casting.
Cuando lo lograban, el profesor les colocaba sobre el pecho la ansiada pegatina. Es el caso de Carlos, que salía del pabellón con un a sonrisa radiante en su rostro. «Ha sido tan rápido que no lo he asimilado todavía. He visto que Noemí estaba disfrutando y cuando se ha levantado a ponerme la pegatina ha sido genial», expresaba con el número 5.001 en su pecho. La mayoría no corrieron su misma suerte y se marcharon del recinto con las manos vacías, pero con el orgullo de haberlo intentado y la esperanza de tener otra oportunidad en el futuro.
¿Se habrá seleccionado este viernes en Zaragoza al próximo ganador de Operación Triunfo?¿Estaría escondido entre los miles de aspirantes los ‘nuevos’ Naiara y Juanjo Bona?