Albares viaja el jueves que viene a Washington invitado por el Departamento de Estado, a un mes de la cumbre de la OTAN

José Manuel Albares se reunirá el próximo jueves en Washington con el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, invitado expresamente por el Departamento de Estado del Gobierno de Donald Trump. «A la invitación por parte de la Administración americana al ministro Albares, el equipo de Exteriores ha buscado una fecha viable para el viaje, que en principio será el próximo jueves en Washington», confirma un portavoz del Ministerio.

Fuentes de Exteriores informan a EL ESPAÑOL de que, «por parte española, se abordará entre otros temas, el refuerzo de la relación bilateral, la seguridad euroatlántica y los principales asuntos globales». Éste será el primer encuentro presencial entre ambos desde la conversación telefónica que mantuvieron a principios de abril, en vísperas del inicio oficial de la guerra de aranceles lanzada por Trump.

Pero en esta ocasión la clave está en el gasto militar, ya que la cita se celebra tan sólo un mes antes de la cumbre de la OTAN, que se celebrará en La Haya en junio. El secretario del Departamento de Estado estadounidense advertía este jueves que «todos» los países de la OTAN acordarán elevar al 5% su gasto en Defensa durante la próxima década, tal como informa este viernes EL ESPAÑOL.

Para la cumbre de la Alianza, prevista para junio en La Haya, «puedo decirles que en seis semanas, prácticamente todos los aliados estarán en o por encima del 2%, pero lo que es más importante, muchos de ellos estarán por encima del 4% y todos habrán acordado el objetivo de alcanzar el 5% en la próxima década», dijo Rubio.

En la conversación de abril, según fuentes diplomáticas, Albares y Rubio hablaron sobre las relaciones bilaterales, comercio, seguridad y América Latina. También se abordaron los intereses de empresas españolas como Repsol, afectadas por la revocación de exenciones para operar en Venezuela.

Inversión militar

Esta vez, el contexto internacional en el que se produce el viaje es más tenso que entonces. En esta bilateral se prevé un enfoque directo sobre la guerra en Ucrania, la seguridad en Europa, el conflicto de Oriente Próximo y, concretamente, la última crisis diplomática entre España e Israel.

En su visita a Trump en la Casa Blanca, el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, trasladó el compromiso de formalizar ese objetivo en la cumbre de La Haya. Estados Unidos considera que el actual objetivo del 2% es «insuficiente» y quiere elevar el listón en el nuevo contexto geopolítico global.

Rutte ya avisó públicamente de que España «llega tarde» y de que, si no presenta un plan concreto de aquí a junio, la OTAN «le impondrá deberes». El pasado 22 de abril, Sánchez anunció un paquete de 10.471 millones de euros para cumplir con el 2% del PIB. Sin embargo, la OTAN desmintió el dato apenas dos días después. El Informe Anual del secretario general, que Rutte presentó a Trump en el Despacho Oval, aseguraba que España solo dedicó el 1,24% de su PIB a defensa en 2024, y no el 1,4% como había calculado Moncloa.

Además, fuentes de la OTAN en Bruselas cuestionan que los fondos comprometidos por Sánchez puedan computarse íntegramente como gasto militar, como pretende el Ejecutivo español. Washington ya ha advertido que no aceptará que se incluyan partidas ajenas al gasto estrictamente militar en ese cálculo.

Este desencuentro complica la posición de Albares de cara a su encuentro con Rubio, ya que España es el miembro más rezagado de la OTAN en esta materia. Y los aliados más influyentes, como Estados Unidos o Polonia, ya han superado el 3% y reclaman mayor compromiso político.

España e Israel

Pero el gasto en Defensa no será el único tema sensible en la agenda, previsiblemente.

El Gobierno de Benjamin Netanyahu convocó este jueves a la embajadora de España, Ana María Salomón, a «una reunión de reprimenda» tras las «duras declaraciones» del presidente del Gobierno en el Congreso. Pedro Sánchez afirmó esta semana que España «no comercia con un Estado genocida», en referencia directa a la ofensiva de Israel en Gaza.

Israel es un aliado estratégico de Estados Unidos, y más aún bajo la actual administración de Trump. Esa tensión diplomática podría aparecer durante la conversación de Albares con Rubio en Washington, donde se espera que la situación en Gaza también esté sobre la mesa.

El Gobierno español promueve actualmente una resolución ante la Asamblea General de la ONU para exigir el levantamiento del bloqueo israelí a la entrada de ayuda humanitaria. Por su parte, Estados Unidos mantiene una posición de respaldo férreo a Jerusalén, especialmente bajo el nuevo mandato republicano.

También podría abordarse el despliegue de las fuerzas estadounidenses en la base naval de Rota. Desde hace tres años, en la visita de Joe Biden a España para la cumbre de la OTAN, se comprometió la llegada de dos nuevos destructores estadounidenses a la base de Rota. Sin embargo, de momento sólo ha llegado uno de ellos y la instalación del sexto destructor se ha retrasado, de inicio, hasta 2026.

El viaje de Albares servirá también para medir el tono de las relaciones entre la Moncloa y la nueva Casa Blanca. Trump ha dado un golpe al tablero global, y sus exigencias hacia Europa no han hecho más que comenzar.

España trata de posicionarse como «un socio leal», pero la fragilidad parlamentaria de Sánchez y la presión de sus aliados de coalición, reticentes al gasto militar, dificultan su margen de acción. A juicio de fuentes diplomáticas consultadas por este diario, este encuentro será una prueba clave para medir la solidez de España en el vínculo transatlántico bajo el nuevo ciclo político.

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