Los jefes de la Defensa de los Veintisiete instaron este jueves a que la Unión Europea (UE) concrete la aplicación en la práctica del artículo 42.7 de los tratados comunitarios que versa sobre la defensa colectiva, al detectar insuficiencias ante posibles amenazas. «Aconsejamos a los políticos que piensen en una definición más concreta del artículo 42.7», indicó el presidente del Comité Militar de la Unión Europea, Robert Brieger, al término de una reunión de ese organismo.
Brieger dijo que el motivo de esa petición es que han «descubierto que la concentración de la postura de seguridad y defensa de la Unión Europea en la gestión internacional de crisis no es suficiente por el momento, y no es adecuada para el futuro». «Así que tenemos que aclarar el papel de las fuerzas armadas europeas dentro de la defensa territorial del continente, hay una clara necesidad de una estrecha cooperación con la OTAN», indicó.
El militar dejó claro que la defensa colectiva europea seguirá estando fundamentalmente en manos de la Alianza Atlántica, pero destacó que «sabemos que EEUU está cambiando su interés hacia el Indo-Pacífico, y existe la clara necesidad de hacer más en suelo europeo y por parte de los estados miembros europeos». Así, se preguntó cuál sería el papel concreto del artículo 42.7 de los tratados comunitarios, que hace referencia a la solidaridad de los estados miembros en materia de defensa cuando alguno de ellos sufre un ataque armado, y en esencia es similar al artículo 5 del Tratado de Washington por el que, si un aliado de la OTAN es atacado, todos deben salir a defenderlo.
Movilidad militar
Como ejemplo, Brieger citó que es necesario asegurar la movilidad militar en suelo europeo para el transporte rápido de un gran número de tropas, o la protección de infraestructuras críticas, entre otras cuestiones similares. «La ventaja de las instituciones de la Unión Europea es, sin duda, que ésta es capaz de actuar en todos los ámbitos de la política, la economía, la seguridad y el ejército. Así que tenemos más herramientas que la OTAN, e intentamos encontrar la mejor manera de complementarnos», explicó.
En concreto, los jefes de la Defensa subrayaron «la necesidad de un enfoque claro y holístico, que incluya recomendaciones para la puesta en funcionamiento del artículo 42.7 del Tratado de la UE, y de las estructuras sólidas de mando y control conexas». También un enfoque que permita proporcionar asesoramiento militar a todos los órganos pertinentes y futuros dentro de la estructura de toma de decisiones en materia de defensa de la UE, indicó Brieger.
Envíos a Ucrania
Por lo que se refiere a las capacidades, subrayó que la UE «tiene que mejorar en cantidad y calidad», mientras que la Agencia Europea de Defensa mantiene «un papel vital para desarrollar las capacidades necesarias aptas para los usuarios finales militares de los estados miembros». En lo que respecta a Ucrania, los jefes militares de los Veintisiete abordaron hoy la entrega de los dos millones de proyectiles de artillería prometidos a Kiev este año, así como el funcionamiento de la misión europea de adiestramiento de militares ucranianos.
Ante las amenazas que llegan del noroeste del océano Índico, en concreto los ataques de rebeldes huríes de Yemen contra buques comerciales en el mar Rojo, «amenazando el comercio mundial y la estabilidad económica europea», Brieger dijo que «no se trata de incidentes aislados». «Forman parte de un patrón más amplio de inestabilidad que exige una respuesta clara», señaló, y defendió que el uso las operaciones europeas de seguridad marítima Atalanta y Aspides «son pasos críticos para garantizar la seguridad de las rutas marítimas internacionales». «Europa debe ser capaz de proteger sus intereses dentro y fuera de sus fronteras allí donde se vean amenazados, lo que requiere un poder militar de despliegue y creíble», comentó. En esa línea, apuntó que los jefes de la Defensa destacaron hoy «la clara necesidad de una mejor sincronización» de esas dos operaciones navales comunitarias, «para que tengan aún más éxito».