Tras meses envueltos en polémica, un vídeo reciente de Frank Cuesta ha sacudido el panorama nacional. En él, el conocido naturalista y animalista confesaba haber mentido durante años sobre aspectos muy delicados de su vida y su trabajo, afirmando que no tenía título de veterinario, que algunos animales de su santuario habían muerto por negligencias propias e incluso negando que tuviera cáncer, una enfermedad que había relatado públicamente. Estas declaraciones generaron un impacto inmediato y levantaron una oleada de reacciones en redes sociales, donde sus seguidores trataron de interpretar lo sucedido.
Sin embargo, poco después, Frank explicaba que aquel vídeo había sido grabado bajo presión, casi leyendo un guion, y que estaba intentando terminar cuanto antes una extorsión. Esta nueva vuelca de tuerca ha sumado un punto más a la incertidumbre sobre la verdadera situación del naturalista.
En medio de esta tormenta mediática, una figura ha destacado por su apoyo constante: TheGrefg, el popular youtuber murciano que se ha mostrado cercano a Frank en los últimos meses. Cuando parecía que el santuario del animalista podría acabar en manos de su expareja, TheGrefg organizó un directo benéfico en una plataforma de streaming para recaudar fondos, llegando a adelantar 100.000 euros de su propio bolsillo.
Sobre este gesto, el streamer ha declarado: «Han sido vídeos muy importantes, por todo lo que ha dicho, todo lo que ha reconocido, y de la manera que lo ha dicho, que estaba prácticamente leyendo unas disculpas, un comunicado… esta historia no termina todavía», dejando claro que la polémica está lejos de cerrarse y que aún quedan muchos detalles por esclarecer.
Por otro lado, la situación familiar también se ha visto afectada. Zape Cuesta, hijo de Frank y encargado ahora del canal que su padre cerró, ha respondido al vídeo con una nota en sus redes sociales donde manifiesta su tristeza por ver a su padre «forzado a leer un guion diciendo que nunca tuvo cáncer». Zape, que ha estado al lado de su padre durante el tratamiento y ha vivido la caída de su cabello, confirma con dolor que la enfermedad sí existió. Además, ha denunciado que llevan meses siendo víctimas de acoso, un reflejo del desgaste emocional y público que ha sufrido la familia Cuesta.