El entrenador de la UD Las Palmas, Diego Martínez, no reconoció haber tarareado el himno del Arrebato en los prolegómenos del partido, en la vuelta de la que fue su casa en el pasado, exigiendo en su respuesta «un mínimo de respeto, eso no ha sido así», a pesar de parecer lo contrario a través de los monitores de Dazn. «Es una noche muy dura, como entrenador te sientes responsable, hemos fallado», reconocía el vigués con semblante desencajado.
Tampoco quiso Martínez eludir su responsabilidad, admitiendo ser el principal responsable: «el primero en las derrotas y el último en las victorias soy yo, como entrenador soy el máximo culpable».
Como no podía ser menos, el todavía entrenador de la UD se disculpaba con la afición amarilla, afirmando que tanto los jugadores como todo el staff técnico «lo sentimos mucho, estamos muy dolidos, hemos fallado, lo hemos intentado, nos hemos dejado el alma y no nos ha dado, esto es deporte y cuando el balón no quiere entrar no podemos hacer nada, pero mientras las matemáticas no digan lo contrario seguiremos intentándolo», concluía con un brindis al sol en la línea marcada también por su presidente Miguel Ángel Ramírez, pero sin la convicción suficiente en sus palabras.
En cuanto a la inclusión de Campaña en la medular en lugar de Essugo en la alineación inicial, el técnico gallego explicó que «hemos intentado tocar todas las teclas, en el primer tiempo logramos poner nervioso al público, aunque nos faltó algo de determinación». Encontramos en parte lo que buscábamos que era tener más el balón, que ellos tuvieran dudas a la hora de salir a presionar y esas acciones de finalización no hemos estado eficaces», reconoció.
Martínez destacó como el momento clave del partido el gol hispalense que llegó en «una falta lateral, que fue la que desvió el partido». Para el estratega gallego, «una vez más durante esta temporada todas las acciones dudosas, como ha sido el gol anulado, han ido en nuestra contra y no ha podido ser». «Lo hemos intentado pero hemos fallado», puntualizó, al tiempo que afirmó que en ningún momento ha querido hacer responsables a los árbitros del descenso de categoría.
Interrogado sobre la falta de profundidad y de ocasiones de los amarillos a pesar de estar jugándose la vida, se defendió señalando que tuvieron «13 tiros; en la primera parte uno de Januzaj que no fue con la suficiente fuerza y recuerdo un remate de Moleiro, pero no estuvimos acertados». «En la segunda parte es cierto que la calidad de los centros, incluso en faltas laterales y córners nos ha faltado un poquito de esa precisión, en parte por la precipitación y porque ves que se te va el partido», admitió, además de destacar la existencia de «muchas interrupciones, muchos parones, hubo poco ritmo y nos ha costado».
En su opinión, el equipo se adaptó «al partido gracias a la personalidad que ha tenido el equipo en la primera parte, de tener esa pausa y conseguimos que el público se pusiese algo nervioso, no entró la mejor opción de tiro o de centro y luego vas a contracorriente en el partido».
Diego Martínez reconoció que «el vestuario está dolido y sabemos como se sienten, estamos dolidos como profesionales y como personas, pero no nos ha dado».
«Es muy duro, cuando venimos en octubre el equipo era último con tres puntos, hicimos buenas cosas pero en estos últimos partidos hemos fallado», concluyó el preparador gallego en la sala de prensa del Sánchez Pizjuán.
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