Tres de cada cuatro adolescentes de entre 15 y 18 años (el 34,8%) mantiene relaciones sexuales, un porcentaje que se incrementa con la edad: entre los 15 y 16 años es del 20,7% y sube al 48,5% entre los 17 y 18 años. Sin embargo, solo el 65,5% admite que usó preservativo (solo o combinado con algún otro método) en su última relación sexual, cifra que desciende cinco puntos entre los chavales de familias con peor poder adquisitivo. Y el uso de la píldora está mucho menos extendido, solo la utilizan el 16% de la muestra. Casi el mismo porcentaje (el 15%) de quienes admiten que usaron el dudoso método de la marcha atrás para evitar embarazos no deseados en su última relación.
Ante la escasez de métodos anticonceptivos, el 32,3% de las chicas de entre 15 y 18 años recurre a la píldora del día después. Estos y muchos otros datos se recogen en el Estudio HBSC (Health Behaviour in School-aged Children), auspiciado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y realizado en España en colaboración con la Universidad de Sevilla. La edición del 2022 ha sido publicada este miércoles por el Ministerio de Sanidad y, dada la amplitud de la muestra -33.630 escolares de 11 a 18 años- ofrece una amplia panorámica de la salud y los estilos de vida de los adolescentes en España, al incorporar preguntas sobre su bienestar emocional, alimentación, actividad física, consumo de sustancias o hábitos sexuales.
El estudio revela, por ejemplo, que el 49,6% de los adolescentes no consume alcohol. No obstante, en el binomio de 17 a 18 años, el 17% bebe todas las semanas y el 31% admite que se ha emborrachado en el último mes. Además, el 13% de los adolescentes de entre 17 y 18 años fuma cigarrillos diariamente, mientras que el 12,1% de la muestra ha vapeado en el último mes.
Uno de los datos más preocupantes que refleja la encuesta es que ha aumentado el malestar emocional de los jóvenes españoles. En concreto, del 27,5% al 38,9% entre el 2018 y el 2022, un incremento que los investigadores atribuyen a la pandemia y sus efectos sobre muchos aspectos de la vida. No obstante, el aumento «podría ser menor» si se compara con la afectación mental que han sufrido los chavales de otros países, según la investigación.
Salud mental
Los problemas de salud mental son más prevalentes en las chicas, un 51,2% frente al 15,2% de los chicos. Y la incidencia se incrementa con la edad, siendo muy llamativa entre las jóvenes de entre 17 y 18 años, donde el 60,3% admite que sufre malestar emocional, frente al 28,4% de los chicos de la misma edad. La afectación implica síntomas como dolores de cabeza, problemas de sueño o irritabilidad.
Estudios anteriores también han detectado el incremento del malestar emocional entre los jóvenes españoles, un problema motivado, fundamentalmente, por el impacto de la pandemia y los cambios en las relaciones que ha traído consigo internet y las redes sociales.
A este respecto, el Estudio HBSC 2022 indica que un tercio (32,4%) de los adolescentes -de 11 a 18 años- realiza un uso intensivo de las tecnologías en sus relaciones sociales, que se define como un consumo elevado en tiempo, frecuencia o cantidad, sin que necesariamente existan consecuencias negativas evidentes. Sin embargo, un 9,3% admite un uso problemático, entendido como aquel que interfiere en su vida cotidiana, afectando a sus relaciones sociales, estudios, trabajo o bienestar emocional.
El análisis de estos indicadores según el sexo muestra que las chicas registran mayores tasas tanto de uso intensivo (36,3%) como de uso problemático (10,9%), frente al 28,5% y 7,6%, respectivamente, de los chicos. La diferencia se hace especialmente evidente en las edades intermedias, dado que las adolescentes de 13-14 años registran los porcentajes más altos de uso intensivo (38,6%) y problemático (12,5%).
El acoso escolar
En cualquier caso, el estudio indica que la familia sigue siendo el principal apoyo de los jóvenes y que cuatro de cada diez expresan que se sienten apoyados por sus profesores. En el ámbito escolar, el informe indica que el 4,4% de los adolescentes se reconoce como víctima de acoso escolar y un 1,8% de ciberacoso.
En el capítulo de alimentación y estilos de vida, el sondeo revela que hay muchos aspectos a mejorar. Por ejemplo, cuatro de cada diez no desayunan a diario entre semana y solo el 16,4% consume fruta más de una vez al día, mientras que el 10,5% toma refrescos azucarados diariamente. Además, solo el 24,5% de los chicos y el 11,9% de las chicas realizan diariamente al menos 60 minutos de la actividad física recomendada por la OMS.
Respecto al sueño, el 44% de los adolescentes de 11-12 años duerme entre semana las horas recomendadas para su edad, cifra que desciende hasta el 23,4% en el grupo de 17-18 años. Durante el fin de semana, se produce una ligera recuperación de las horas de sueño, aunque persiste una tendencia generalizada a la reducción del descanso adecuado en días lectivos.
Sobrepeso
En este contexto, el 18,4% tiene sobrepeso u obesidad, una cifra estable en los últimos años, siendo la prevalencia superior en los chicos (21,8%) que en las chicas (15%). La situación se agrava en contextos de menor nivel adquisitivo, alcanzando el 24,8% entre adolescentes de familias con capacidad adquisitiva baja, frente al 13,9% en aquellas con mayor nivel económico.
A pesar de que el sobrepeso afecta más a los chicos, son las chicas quienes muestran una mayor preocupación por peso y la imagen corporal. Así, a partir de los 15 años, la cifra de féminas que realizan dietas es significativamente superior a la de los chicos. Y entre los 17 y 18 años, el 40% de las chicas percibe su cuerpo como «algo o demasiado gordo», frente al 23,5% de los chicos.