El Ayuntamiento de Sóller se verá obligado a inyectar cerca de 300.000 euros a la empresa municipal Sóller 2010 con el fin de evitar su colapso financiero. La delicada situación económica de la entidad, agravada por el aumento de costes operativos, ha llevado al consistorio a estudiar una modificación presupuestaria urgente que deberá ser aprobada por el pleno municipal.
Los servicios económicos del Ayuntamiento trabajan en cómo realizar la transferencia de capital sin poner en riesgo las arcas públicas. La crisis financiera de Sóller 2010 tiene su origen en la asunción de nuevos servicios en los últimos meses. La empresa ha asumido la gestión de la recogida selectiva de residuos, lo que ha implicado un aumento de plantilla, así como la expansión del servicio ORA (zona azul y áreas ACIRE) a más zonas y también a días festivos. Además, Sóller 2010 afronta el coste de alquiler de nuevos aparcamientos habilitados durante el último año.
Fuentes municipales reconocen que la empresa pública atraviesa un periodo de “estrés financiero”, con dificultades económicas derivadas del incremento de los gastos. Desde el gobierno local y también desde la oposición se admite que la situación es conocida por todos, aunque los grupos de la oposición critican la falta de transparencia y lamentan no haber recibido información detallada en el consejo de administración de la empresa, donde tienen representación.
Subidas de precios
Como parte de las medidas para mejorar su situación económica, el ayuntamiento ha encargado estudios para evaluar una subida de tarifas en servicios como la guardería y el polideportivo municipal de Son Angelats. Solo en el último ejercicio, ambos servicios generaron pérdidas por valor de 360.000 euros, que fueron compensadas con los ingresos del servicio ORA, que sí genera beneficios.
En una reunión del consejo de administración celebrada hace unos meses, ya se advirtió que el balance de 2023 cerró en positivo, pero que los costes de personal, subidas salariales y nuevas inversiones en aparcamientos están tensionando las finanzas de la empresa.
La evolución económica de Sóller 2010 ha sido irregular. En 2022 registró unas pérdidas de 78.525 euros, mientras que en 2023 logró revertir la situación con un beneficio de 681.994 euros. Fue un respiro tras varios años de cifras negativas provocadas por el descenso de actividad durante la pandemia.
Sin embargo, 2025 ha arrancado con malos augurios. En el consejo de administración del 27 de febrero, la dirección ya informó de que el balance de los dos primeros meses del año era negativo. Las causas: el incremento de plantilla, que ya supera los 70 empleados, 50 de ellos destinados a limpieza y recogida de residuos, la subida de salarios y las nuevas inversiones en aparcamientos.