El Gobierno ha aprobado este martes en Consejo de Ministros el presupuesto para este ejercicio 2025 de políticas activas de empleo (PAE). El Ministerio de Trabajo repartirá entre las comunidades autónomas un total de 2.571 millones de euros, la misma cantidad asignada para el curso anterior e influida la misma por la prórroga presupuestaria bajo la que trabaja el Ejecutivo. Aún no está claro qué cuantía le tocará a cada territorio -que es el competente a la hora de ejecutar los planes de empleo y formación-.
Las políticas activas de empleo tienen dos objetivos principales. Por un lado, reducir la tasa de desempleo, que actualmente es del 11,4% -la más alta de toda la Unión Europea pese a los descensos registrados durante los últimos años- y abarca a 2,5 millones de personas apuntadas al Sepe.
Y, por el otro, este presupuesto busca costear formación para hacer más productivos o más empleables a personas que ya tienen un empleo. En este sentido y como principal novedad para este año, según ha publicitado el Ministerio de Trabajo en un comunicado, parte de esos 2.571 millones de euros priorizarán las subvenciones a empresas que quieran formar a sus trabajadores en algoritmos, implementación de inteligencia artificial o gestión de catástrofes climáticas, los retos crecientes que ha identificado el departamento liderado por Yolanda Díaz.
El detalle exacto de qué cantidad le será asignada a cada comunidad autónoma, que será la que deberá diseñar los programas que ejecuten esos planes de empleo y formación, se determinará, como es habitual, en la próxima Conferencia Sectorial de Empleo.
Si bien desde el Ministerio ya han fijado los criterios de distribución. De los 2.571 millones de euros, 1.424,3 millones irán para servicios de empleo y formación, 440,5 millones irán a iniciativas de formación profesional, 633,6 millones irán a iniciativas de formación en alternancia en el empleo y otros 73,5 millones de euros para la modernización de los servicios públicos de empleo.