Las elecciones filipinas recortan el poder de los Marcos y dan aire a los Duterte

Al presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr, le espera un segundo trienio muy árido tras las elecciones de medio mandato. El recuento, ya muy adelantado, certifica el apoyo a su vicepresidenta y ahora némesis política, Sara Duterte, que afrontará más desahogada su inminente proceso de ‘impeachment’ o de destitución en el Senado. Estas elecciones se planteaban como el enésimo pulso entre los dos clanes que se han repartido el poder filipino en las últimas décadas, los Marcos y los Duterte, con el propósito de los primeros de borrar del escenario a los segundos. De la resistencia de los Duterte habla que su patriarca, el expresidente Rodrigo, haya ganado la alcaldía de Davao mientras espera en Holanda su juicio por sus desmanes durante la guerra contra las drogas.

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