‘Pájara’,
‘maltratador’ o ‘impresentable’. Son algunos de los adjetivos que ha
utilizado Pedro Sánchez en sus mensajes de WhatsApp con José Luis
Ábalos, exsecretario de Organización y exministro de Transportes,
referidos a miembros de su Gobierno y de su partido.
Son
mensajes datados, en su mayoría, de 2020 en adelante, pero han
salido a la luz ahora gracias a una serie de exclusivas de El Mundo.
Si bien no revelan secretos importantes ni que vayan a determinar el
rumbo del país, si son de un calado relevante que puede afectar
seriamente al presidente.
Bien
sabes que, pese a la preocupación que se imagina que puede haber
dentro del Partido Socialista, ellos no han hecho ninguna declaración
de interés y aluden a que se trata de “conversaciones privadas”.
Y
eso es, en un sentido estricto, cierto. Son conversaciones que,
aunque tengan como canal una red social, son privadas entre dos
personas y no deberían suponer ningún tipo de interés. Pero claro,
hablamos del presidente del Gobierno, y de la misma persona que
condenaba el contenido de mensajes filtrados que salían del seno del
Partido Popular.
De
momento, no se sabe quién está detrás de la filtración de estos
mensajes, que prometen ser muchos más. En ‘La Tarde’ nos
preguntamos, no tanto la autoría de la filtración, sino si Sánchez
o Ábalos podrían denunciar.
¿Es
legal filtrar mensajes privados?
Cuando
vemos estos mensajes de Sánchez y Ábalos, en los que se refieren
muchas veces de forma peyorativa a sus compañeros, te preguntas si
puede pasarte a ti también. Porque sí, es posible que hayas
comentado cosas en una conversación privada que no está “bien
vistas”.
Por
eso nos preguntamos, ¿es legal sacar estos mensajes de carácter
privado? Es lo que le preguntamos a Víctor
Sunkel , socio de Sunkel&Paz y abogado penalista.
Él dice que, per
se, no es delito que conversaciones privadas como esta entre Sánchez
y Ábalos salgan a la luz. En principio, no sería una cosa ilegal,
siempre y cuando la persona que los haya publicado o filtrado sea uno
de los participantes de esa conversación.
Wasaps de Pedro Sánchez a Ábalos, en noviembre de 2020
“Si
la persona que hace visibles los mensajes participa en la
conversación, no es un delito” explicaba. Eso sí, cuenta que hay
unas particularidades, y es que si tú, como persona ajena tiene
acceso a la conversación y los publica, si estarías incurriendo en
una ilegalidad.
“Si
yo tengo acceso a esa conversación y lo filtro, eso podría ser
delictivo. Solo es ilegal cuando lo hacen terceras personas”
aseguraba.
La
única cláusula por la que Sánchez podría denunciar
Por
eso mismo, la única cláusula por la que Sánchez podría denunciar
estas filtraciones es sabiendo quién es el autor de las
revelaciones. Siempre y cuando, por cierto, no sea Ábalos el que
esté detrás.
“El
delito de revelación de secretos castiga a la persona que intercepta
la conversación y lo revela. O bien que lo tenga almacenado en mi
dispositivo y alguien sin mi permiso se hace con esos mensajes y lo
revela a una tercera persona” explicaba.
“Pero
si la persona es uno de los dos participantes, no hay delito”
expresaba.
Pero,
¿se puede investigar esta filtración? Pues Víctor explica que sí,
pero no cree que tenga mucho recorrido sin saber quién lo ha
filtrado.

Pedro Sánchez y José Luis Ábalos
“Si
no se llega a demostrar quién ha sido el que ha filtrado, la
investigación está condenada al fracaso. Depende de la intención
de instruir una causa contra esto, de momento no hay ningún secreto
importante” aseguraba.
“Puede
haber cierta presión para que el magistrado abra una investigación
y lo primero que tendría que hacer es pedir explicaciones a la UCO.
Me parecería extraño, pero puede darse el caso” explicaba.
Y
añade, por cierto, que cualquier persona podría denunciar esta
filtración. “Otra cosa es que tenga interés en hacerlo, es una
decisión un poco política” sentenciaba.