Un informe de los Mossos d’Esquadra presentado ante el Juzgado de Instrucción número 24 de Barcelona señala que algunos agentes de la policía catalana que ayudaron a escapar al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, el pasado 8 de agosto tras un acto en Barcelona aparcaron el coche en el que se fugó el día antes en el céntrico parking de Arc de Triomf. Puigdemont apareció por una callejuela cerca del escenario acompañado de agentes de los mossos acusados en este procedimiento, que ese día estaban fuera de servicio bien de baja o de vacaciones, y junto a numerosos cargos de Junts, como el secretario general Jordi Turull, y tras dirigirse a las personas que acudieron les emplazó a ir hacia el Parlament.
Sin embargo, fue una «maniobra de distracción», como aseguró el entonces comisario jefe de los Mossos Eduard Sallent, ya que Puigdemont aprovechó ese momento para escapar, junto a Turull, en un coche blanco marca Honda. En varios informes presentados por la Comisaría General de Investigación Interna de Asuntos Disciplinarios se señala que la conductora de este vehículo, que iba en silla de ruedas, lo dejó estacionado el día anterior a la aparición de Puigdemont en este aparcamiento para ayudarlo a escapar.
También se identifica a los tres mossos investigados en este procedimiento judicial por un encubrimiento al facilitar la escapada de Puigdemont pese a que estaba en busca y captura. Además, en otro informe los Mossos identificaron a uno de los policías acusados, Jordi R., entrar con una furgoneta en el aparcamiento de unos apartahoteles de la calle Napols, cercanos a Arc de Triomf, el día anterior a la fuga y volver a primera hora de la mañana siguiente para salir con una moto. Los Mossos sitúan a este acusado como uno de los que acompañaron a Puigdemont el 8 de agosto en Arc de Triomf y también lo localizaron volviendo al aparcamiento de la calle Napols después de la fuga del expresidente.
A partir de estos informes, algunas fuentes policiales consideran que la escapada de Puigdemont estuvo muy planificada y que en ningún momento tuvo la intención de acudir al Parlament a tomar posesión del acta de diputado tal y como él dijo los días anteriores al 8 de agosto.
Investigación restringida
Este lunes cuatro agentes y un cabo que elaboraron estos informes han declarado como testigos en el juzgado para explicar cómo hicieron esta investigación a instancias de un superior, cuyo número de identificación no recordaban, siempre a partir de fotografías de los acusados de ayudar a Puigdemont a evitar ser detenido tras su intervención.
Según fuentes judiciales, los testigos han explicado que su superior les entregó imágenes de los acusados y les instó a limitar la investigación a las cámaras de vigilancia de la zona pero centrada en los días 7 y 8 de agosto, aunque el propio Jordi Turull reconoció que Puigdemont llegó a Barcelona el 6 de agosto.
El juzgado mantiene acusados de encubrimiento a tres agentes de Mossos: Xavier M., David G. y Jordi R., por acompañar al expresidente el día el pasado 8 de agosto y facilitar su fuga. Los informes de Mossos los identifican en Arc de Triomf. Tras su arresto, la Dirección General de la Policía del Departament d’Interior suspendió de forma cautelar de empleo y sueldo a dos de los tres agentes de los Mossos detenidos por ayudar a Puigdemont en su huida. El tercero estaba de baja y por eso no se pudo abrir un procedimiento administrativo contra él. En este procedimiento están la asociacioón Hazte Oír y el partido político Vox, como acusaciones populares.
Declaraciones de trabajadores y políticos
La acusación popular, ejercida por la asociación Hazte Oír, ha pedido al juzgado que cite a declarar como testigos a los trabajadores del aparthotel de la calle Napols y del aparcamiento de Arc de Triomf por si entre el 6 y el 9 de agosto pasado hubieran visto a los tres acusados o a otras personas «en actitud sospechosa» controlando la zona. También han reclamado que citen como testigos al expresident catalán Pere Aragonès, el presidente del Parlament, Josep Rull, el exconseller de Interior Joan Ignasi Elena y el exdirector de Mossos Pere Ferrer.
El presidente de Vox en Barcelona, Joan Garriga, señaló tras las declaraciones que «estamos personados para depurar responsabilidades penales ante la vergüenza que supone que se escape de territorio nacional un prófugo de la justicia. Es indignante que los ciudadanos se vean obligados a cumplir las leyes y se consienta que Puigdemont se la salte y se vaya de rositas».
El juzgado pide el plan de arresto
A finales de junio deberán acudir a declarar mandos de Mossos, entre ellos el comisario Eduard Sallent, que era el jefe de los Mossos el pasado mes de agosto, y que elaboró un informe para el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena sobre la detención fallida de Puigdemont. Afirmaba que no se le pudo arrestar por la «confusión» que el expresident creó para garantizarse la huida, con la cooperación «involuntaria» de miles de personas y la organización de un grupo de colaboradores próximos. Tres de ellos eran los Mossos acusados en este procedimiento mientras que el cuarto era un bombero que también acompañaba a la comitiva del expresidente y que está identificado por Asuntos Internos.
Hace unas semanas, la juez de Barcelona que investiga este procedimiento por un posible delito de encubrimiento pidió a los Mossos que detallasen el operativo que se puso en marcha para detener a Puigdemont, teniendo en cuenta que el expresidente había anunciado con bastante antelación su voluntad de comparecer ese día, el 8 de agosto, a la constitución del Parlament y tener en vigor una orden de detención por parte del Tribunal Supremo.
Finalmente, Puigdemont eludió su cita con la cámara catalana y decidió escapar, tal y como se indica en diversas imágenes captadas en cámaras de seguridad próximas a Arc de Triomf, por lo que los Mossos establecieron un dispositivo para atraparlo por toda Catalunya sin éxito. Turull reveló que el expresidente abandonó horas después Barcelona con destino a Francia, y de allí a Bélgica, sin ser detectado